En el lugar del deslave se construyó un parque memorial, que todos los años reúne a familiares de las víctimas.


Solo 45 segundos bastaron para que un temblor de 7.7 grados sepultara a más de 200 hogares y 600 personas en Las Colinas, Santa Tecla. Era sábado 13 de enero del 2001 y el reloj marcaba las 11:33 de la mañana. Un alud se desprendió de la cordillera del Bálsamo dejando una estela de luto y dolor.

Esa misma sombra de luto y dolor vive 20 años después. Ese fatídico día, es recordado por Carmen Valera, quien en ese entonces tenía 8 años de edad. No es para menos, el alud de Las Colinas sepultó la vida de su madre, Carmen Rodas de Varela, y su hermana, Adriana Isabel Varela, de 12 años de edad. El día de la tragedia no lograba entender qué ocurría.

“Mi papá trabajaba en San Vicente, me vino a traer a Ilobasco y nos vinimos aproximadamente a las 3:00 de la tarde y entramos aquí, no podían dejar entrar niños, pero solo veníamos mi papá y yo. Mi papá hizo que entrara yo acá, y lo primero que vi fue, mi casa llena de tierra, hasta el techo”, relata Varela.

El suceso quitó más vidas de las contabilizadas en los datos oficiales, según Alejandro Flores, expresidente de la Junta directiva de las Colinas.
“Tenemos la dificultad que de parte del ejecutivo, a través de dos de sus ministerios tenian la obligación de realizar el mantenimiento”. Ulises García, jefe del departamento ambiental de la alcaldía de Santa Tecla

“Aquí aproximadamente unas 900 personas fallecieron, pero en los registros oficiales se reportan 600, por que muchas personas fueron partidas por las máquinas, se sacaban pedazos, por que la máquinas entraron a mover la tierra por que se alcanzó niveles de tres metros de altura”, narra Flores.

Ente las personas fallecidas se encontraba la familia de Carmen. “Se escuchaba como en la tierra, la gente pidiendo ayuda o lamentos, un momento de tensión. En ese momento me fui con mi papá, como no encontrábamos a mi mamá y a mi hermana, anduvimos buscando en los hospitales, en el campo”, añade Carmen Varela.

Luego de 24 horas, el cuerpo de la madre de Carmen fue encontrado. “No me dieron la noticia al instante, yo preguntaba qué pasaba con mi mamá y mi hermana, y mi papá no tenía el valor de decirme qué era lo que pasaba”.

Su hermana fue encontrada dos días después, pero fue reconocida a través de fotografías y enterrada en una fosa común, en el cementerio de Santa Tecla.

Carmen Valera en el parque memorial Las Colinas, donde murió su mamá y su hermana hace 20 años. / Gabriel Aquino

Un paseo, su salvación.


Carmen Varela recuerda que un día antes de los terremotos había ido de visita a casa de sus primas, en Ilobasco, en el departamento de Cabañas, era la primera vez que se quedaba afuera de su casa.

El viernes en la noche, dice que les llamó para decirles buenas noches, pero en realidad fue una despedida. “De hecho, yo me llevé fotografías de ellas y de mi papá, porque ya en la noche me quería venír para Santa Tecla, pero de Ilobasco para allá, en la noche, era imposible. Ella (mamá) me decía por medio del teléfono que me calmara, que mañana (el 13 de enero) nos íbamos a ver otra vez”. Eso nunca ocurrió. Junto a su mamá y su hermana también murieron todos sus amigos de la colonia, ella cuenta unos 20.
“La gente se quejaba, gritos, lamentos, aparte que se miraba a la gente como las iban sacando, no completas, pedazos de cuerpos". Carmen Varela, hija de víctima de terremoto

La reconstrucción.


Seis meses después, el papá de Carmen logró reconstruir su casa y se mudaron nuevamente, pero también tocaba reconstruir sus vidas. Para sobreponerse un poco tuvo el apoyo de su papá, quien la inscribió en clases de música y natación, a parte de su ayuda psicológica. Relata que tuvo problemas de depresión por la pérdida de su mamá, principalmente en mayo, con la celebración del día de la madre.

“En el colegio se celebraba y dejaban tareas, como manualidades para el día de la madre, entonces yo recuerdo que a mi me afectaba”.

Labores de rescate en Las Colinas. / Archivo DEM

El riesgo sigue.


El jefe del departamento ambiental de la alcaldía municipal de Santa Tecla, Ulises García, advierte que otro deslave puede ocurrir nuevamente. Un estudio que se hizo ese mismo año, recomendó mantener obras de mitigación en la zona alta y en la zona baja de la montaña. Señalaron como responsables de las obras en la zona alta, al Ministerio de Obras Públicas y abajo, la alcaldía municipal. El problema radica en que el Ministerio de Obras Públicas no ha hecho las obras de mitigación desde el año 2006, y la falta de esos trabajos ponen en riesgo un nuevo deslave.

La comuna asegura que ellos mantienen constantes obras de mitigación en la zona baja, para evitar derrumbes hacia las colonias de la zona sur del municipio.
“Unas 900 personas (murieron), pero en los registros oficiales se reportan 600, por que muchas personas fueron partidas por las máquinas". Alejandro Flores, expresidente de la junta directiva de Las Colinas

Tres terremotos ocurrieron en 2001


Dos terremotos fueron los que causaron destrucción y pánico en la población, pero en los registros sismológicos del país consta que ocurrieron tres terremotos ese año.

 

  • Enero 13 de 2001


Un terremoto de magnitud 7.6, a las 11:33 de la mañana dejó 944 fallecidos y 1,155 edificios públicos dañados

 

  • Febrero 13 de 2001


Un mes más tarde, la tierra recordó su poder con un terremoto de 6.6 grados y dejó 315 fallecidos y 82 edificios dañados.

 

  • Febrero 17 del 2001


Cuatro días más tarde, se sacudió el Área Metropolitana de San Salvador con un temblor de 5.1 que no dejó daños, pero causó pánico.

Las Colinas después de la tragedia. / Cortesía Carmen Valera

“La tragedia de las colinas se pudo evitar”


El expresidente de la Asociación Las Colinas, Alejandro Flores, dijo que el deslave se pudo evitar, pero a su juicio, la ambición de una empresa constructora fue la causante.

Él asegura que las instituciones “actuaron de manera irresponsable, autorizaron la construcción en la parte alta”, añade que en el problema fue que en septiembre del año anterior hubo un temporal.

Según Flores, la alcaldía de ese momento intentó evitar una posible tragedia. “La alcaldía de ese momento hasta tuvo un pleito con la constructora, los demandó y fallaron en contra de la alcaldía en esa oportunidad, pero en cuanto se dio el terremoto le dieron la razón a la alcaldía, porque no acataron o no atendieron que la alcaldía quería suspender las obras para evitar la amenaza”.