En Washington, el Museo de la Biblia, inaugurado en 2017, con un costo de $500 millones, dijo que en su colección principal hay cosas que no son originales, por ejemplo, unos rollos del Mar Muerto.
Un análisis técnico por parte de un equipo de eruditos alemanes llegó a la conclusión de que cuando menos cinco de los 16 fragmentos exhibidos por el museo aparentemente son falsificaciones.
Jeffrey Kloha, curador en jefe del Museo de la Biblia, dijo en un comunicado que la revelación es "una oportunidad para educar al público sobre la importancia de verificar la autenticidad de raros artefactos bíblicos, sobre los complicados procesos de examinación que se llevan a cabo y sobre nuestro compromiso con la transparencia".
El anuncio tiene serias implicaciones no solo para el Museo de la Biblia sino para otros individuos y organizaciones cristianas evangélicas que pagaron una fuerte suma de dólares por lo que ahora parece ser un caso masivo de fraude arqueológico.
Los rollos son una colección de antiguos textos religiosos judíos descubiertos a mediados de la década de 1940 en unas cuevas ubicadas en la orilla oeste del Mar Muerto, en lo que ahora es Israel. Se cree que el enorme conjunto de documentos data de la época de Jesús. Con más de 9.000 documentos y 50.000 fragmentos, tomó décadas desenterrar por completo toda la colección.