El fabricante tecnológico Samsung presentó el miércoles una pantalla plegable para sus teléfonos inteligentes que, una vez abiertos, pueden convertirse en tableta, aunque la marca surcoreana no avanzó la fecha de comercialización de esta tecnología.
"Cuando está abierto, es una tableta con una gran pantalla. Cuando está cerrada, es un teléfono que cabe perfectamente en el bolsillo", explicó Dustin Denison, uno de los responsables de la compañía en la presentación del prototipo en una conferencia en San Francisco, Estados Unidos.
Samsung "está cerca de la producción en masa" de este nuevo tipo de pantalla, bautizada como "Infinity Flex Display", "en los próximos meses", prosiguió Denison, que precisó que el aparato ha sido desarrollado para poder ser "plegado y desplegado repetidamente".
"La pantalla sienta las bases del smartphone del mañana", aseguró.
Pero el grupo, que fabrica tanto aparatos como componentes, no anunció los dispositivos que tendrán esta pantalla plegable.
De hecho, para que un dispositivo con esta tecnología funcione necesita un sistema operativo y aplicaciones optimizadas.
Samsung y Google, que conjuntamente diseñan el sistema Android que llevan los dispositivos móviles de la compañía surcoreana, anunciaron también el miércoles que ya han comenzado a colaborar para optimizar el sistema operativo para estos futuros dispositivos.
La marca surcoreana invitó, asimismo, a otros desarrolladores que diseñan aplicaciones a cambiar sus productos para que sean compatibles con los dispositivos que un futuro tengan este tipo de pantalla.
Finalmente, Samsung, líder mundial en la venta de teléfonos inteligentes, también presentó el miércoles una nueva interfaz de usuario (iconos, pestañas ...) llamada "One UI", disponible a partir del próximo año en los modelos Galaxy S9 y Note 9, que facilita el uso y, sobre todo, está optimizada para los teléfonos que monten en el futuro la pantalla plegable.
La pantalla plegable es vista como el mayor avance en la industria de los smartphones, que espera con impaciencia una tecnología revolucionaria que dé un segundo impulso al mercado, más de una década después de la llegada del iPhone.
Según la prensa especializada, otros fabricantes, en particular el surcoreano LG y el chino Huawei, trabajan en esta tecnología.