La final de la Copa Libertadores en Madrid se recordará "como la tremenda vergüenza del fútbol argentino", aseguró en una entrevista publicada este viernes el presidente de River Plate, Rodolfo D'Onofrio, que considera partir "en desventaja" respecto a Boca Juniors.

"(Se recordará) como una vergüenza, como la tremenda vergüenza del fútbol argentino", afirmó el mandatario en una entrevista en el diario español El País a dos días de la final de vuelta prevista el domingo en el estadio Santiago Bernabéu.

"River es un damnificado. Acá se les prohibió a 66.000 aficionados, gente que vino de todos los lugares de Argentina y del mundo, a ver esa gran final. Y ahora les pusieron el espectáculo a 10.000 kilómetros. Estamos en desventaja", lamentó.

"Al hincha de River le robaron su partido, le robaron la posibilidad de ver la gran final", insistió.

El encuentro entre los dos archirivales porteños en la gran final continental despertó pasión en Argentina pero la contienda se vio envuelta en polémica el 24 de noviembre por los incidentes ocurridos en el estadio Monumental de River.

Tras empatar 2-2 en la Bombonera el 11 de noviembre, el partido decisivo quedó aplazado por el ataque con piedras y gases lacrimógenos contra el autobús de Boca Juniors que dejó a dos jugadores xeneizes lesionados.

Después de días de incertidumbre, la Conmebol anunció su traslado a Madrid el 9 de noviembre contra el criterio tanto de Boca, que quería ganar en los despachos, como de River, que reivindicaba mantener la localía.

"Fueron 40 o 50 delincuentes que no tienen que estar en el fútbol y hay que exterminarlos para siempre", dijo D'Onofrio, llamando a las autoridades argentinas a actuar para acabar con las "Barras Bravas".

"Pero para hacerlo necesitas tener la seguridad adecuada. Si yo me pongo en la calle a decir que no quiero que entre más al estadio amenazarán de muerte a mi hija, a mi mujer y a toda mi familia", añadió, asegurando haber recibido amenazas de muerte de "200 o 250 hinchas de Boca".

"Lo más vergonzoso es que tenemos un problema como Argentina. ¿Cómo puede ser que en nuestro país no se pueda jugar el River-Boca?", se preguntó.