José Antonio Escobar, presidente del Grupo Aristos, recibió anoche el Premio ASI, el máximo galardón que otorga la gremial. / Wilson Urbina


La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) sumó otro año a su tradicional gala del Premio ASI, institucionalizado en 1959, al reconocer anoche la historia de éxito y trayectoria del empresario José Antonio Escobar, presidente del Grupo Aristos, así como también del Grupo Campestre y la Fundación para el Desarrollo Integral de los Trabajadores de la Industria del Plástico (Fundeplast).

Este 2018, la gremial conmemora seis décadas de fundación. La ASI nació por iniciativa de grupo de empresarios industriales, el 12 de junio de 1958, y se inscribió de manera oficial el 6 de noviembre de ese mismo año. Apenas 12 meses después, lanzó la primera edición de los Premios ASI para reconocer a las empresas que contribuyen al desarrollo económico y social de El Salvador.

Hoy en día este reconocimiento se divide en tres categorías: el Premio ASI, el Premio Emprendedor y el Premio Empresario Benefactor.

A la ceremonia de anoche, asistieron representantes de los 23 sectores industriales y agroindustriales de El Salvador, además de funcionarios del Gobierno salvadoreño, diplomáticos e invitados especiales, como Javier Simán, quien fue nombrado como Socio Honorario de la ASI por el liderazgo con el que condujo a la gremial entre 2010 a 2017.

Eduardo Cáder, presidente de la ASI, desatacó que desde la gremial se sienten comprometidos a promover las historias de éxito basadas en la educación, pues, consideró, es “la solución a los problemas económicos y sociales que enfrentamos”.

Mario Romero, presidente de Grupo Campestre, recibió el Premio Emprendedor. / Wilson Urbina


Galardonados

El Premio ASI 2018, máximo galardón que otorga la gremial, lo recibió José Antonio Escobar por su liderazgo al frente de Industrias Facela, además de fundar y dirigir Grupo Aristos, un conglomerado de empresas de alimentos y representante de los parques industriales American Park, Apolo y El Progreso.

“Para mí, los sueños nunca terminan, creo firmemente que Grupo Aristos continuará su recorrido en los principios y valores que hasta hoy nos han sostenido. Me satisface haber contribuido a generar miles de empleos que son oportunidades que cambian vidas”, manifestó Escobar.

El Premio Emprendedor se lo agenció Grupo Campestre, una historia de éxito que se remonta 36 años atrás, en 1982, cuando Mario Romero y Gloria de Romero fundaron la Panadería Sinaí, un pequeño negocio familiar. Unos años después fundaron Pollo Campestre.

El Premio al Empresario Benefactor lo recibió Jairo Cortez, presidente de Fundeplast, quien relató cómo desde 2014 han formado a jóvenes de escasos recursos y provenientes de zonas conflictivas para insertarlos en la industria de los plásticos.

Jairo Cortez, presidente de la Fundeplast, recibió en nombre de la institución el Premio Benefactor. / Wilson Urbina