El lento crecimiento, la inseguridad y el deterioro fiscal son los principales desafíos que la banca salvadoreña debe enfrentar si quiere mantenerse como un sector sólido y robusto, concluyó la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
En la investigación “Sistema financiero salvadoreño: de la nacionalización a la internacionalización (1980-2017)” se abordan los hitos históricos del sector en las últimas tres décadas, las crisis internacionales, incorporación de nuevas leyes y el proceso de modernización.
El tanque de pensamiento indicó que a 25 años de la privatización del sistema financiero, este sector ha mostrado un desempeño robusto, sólido y ha permitido la participación de nuevos actores, como la Bolsa de Valores, los bancos cooperativos, sociedades de ahorro y crédito, titularizadoras, fondos de pensiones y de inversión.
Pese a ese buen desempeño, consideró Fusades, la banca salvadoreña aún vislumbra retos en el entorno económico, social y político, que para 2018 y 2019 podrían incrementarse con la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales programadas para el próximo año.
La semana pasada, el Banco Mundial publicó su informe bianual “Perspectivas Económicas Mundiales”, en el cual estimó un crecimiento del 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño para este 2018, 0.5 puntos porcentuales más que el 1.8 % que vaticinó en enero de este año.
Aunque el organismo internacional mejoró su proyección, El Salvador se mantendrá como uno de los países con menor dinamismo en Centroamérica, posición que ostenta desde 2003.
Era digital
Para Fusades, la adaptación y el aprovechamiento de la era digital es un reto que la banca debe superar para satisfacer la demanda de sus clientes respecto a soluciones y servicios financieros más eficientes, con respuesta rápida y con precios competitivos.
La fundación consideró oportuno y un reto el ingreso de nuevos competidores al sector financiero salvadoreño, que permitan realizar las transacciones por medios electrónicos. Al igual, indicó que se debe mejorar la rentabilidad con mayores exigencias regulatorias bajo un clima de incertidumbre.
La banca salvadoreña cuenta con la capacidad de expandirse, pero debe reforzar sus esfuerzos para bancarizar a otros segmentos de la población, y así apoyar el crecimiento del país a través del cumplimiento eficiente de sus funciones, añadió Fusades.
Desempeño de la banca
Liquidez
El coeficiente de liquidez neta en 2017 alcanzó el 34 %, 3.1 puntos adicionales al 30.9 % de 2016. La solvencia se redujo
0.5 %, pues pasó de un 17 % a un 16.5 % en el mismo período.
Rentabilidad
El retorno de rentabilidad patrimonial en 2017 fue del 7.4 %, un 0.5 % más que el 6.9 % en 2016. Por su parte, el retorno sobre activos se mantuvo en 0.9 % para ambos años, y en 2015 fue 1 %.