La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) abrió ayer una reunión de política monetaria de dos días de la que no se espera un aumento de tasas de interés pero sí señales de un incremento en diciembre.
La reunión transcurre luego de las llamadas elecciones de medio mandato en las que la oposición demócrata quedó en condiciones de acotar los planes económicos del presidente Donald Trump.
No se espera que la Fed disponga un nuevo incremento de las tasas. En cambio se apuesta a que sus discusiones se centrarán en los aumentos salariales en medio de un desempleo mínimo y sus eventuales presiones sobre la inflación.
El rumbo parece ya definido para seguir subiendo los intereses con una alza en diciembre, la cuarta de este año, y tres más el año que viene.
La Fed quiere evitar el recalentamiento de la mayor economía mundial en momento en que el desempleo está en sus mejores niveles en casi medio siglo y el PIN crece gracias a estímulos fiscales.
Los inversores estarán atentos a lo que diga el comunicado final de la reunión, pues esperan encontrar allí señales de que lo puede hacer la Fed en sus deliberaciones del mes que viene. Empero el economista de la Universidad de Oregon, Tim Duy, dijo que no espera que el comunicado sea muy explícito. “No creo que nos den señales claras sobre la próxima reunión”, dijo. “Están tratando de reducir la influencia que tienen esos comunicados en los mercados financieros”, añadió.
Según la minuta de la reunión de octubre de la Fed, la entidad no encuentra razones para alterar su política de aumentos graduales de las tasas.