El Complejo Urbanístico Tuscania tendrá su propia planta de compostaje con una capacidad de reciclaje de hasta nueve toneladas de basura orgánica que se produce a diario en el distrito residencial, anunció ayer Giuseppe Angelucci, presidente de la desarrolladora.
Tuscania se ubica en el kilómetro 16 y medio de la carretera al Puerto de La Libertad, en Zaragoza. Está conformado por las residenciales Villa y Valle Tuscania, así como por Vía del Corso, que alberga el campus de Tigo, el Colegio Maya y un centro deportivo. En el futuro se sumará el área comercial Piazza Centrale y el centro corporativo de World Vision.
Angelucci anunció que desarrollarán la planta de compostaje con asesoría de la empresa guatemalteca Horcalsa, especializada en la comercialización de cal.
El proyecto se desarrollará en un área cercana a los 100 metros cuadrados y tratará hasta nueve toneladas diarias, cuyo abono orgánico se utilizará en las zonas verdes del complejo residencial.
“Vamos a evitar de estar llenando los basureros con basura orgánica, probablemente sea un punto de lanza para la alcaldía (de Zaragoza). Consideramos que alrededor de 70 u 80 % de la basura que hoy vienen a traer los camiones de la alcaldía se va a quedar aquí y se va a convertir en fertilizante”, añadió Angelucci.
Junto con la planta, Tuscania desarrollará en los próximos dos meses una tercera laguna para la captación de agua subterránea, que una vez tratada se utiliza para riego. Tendrá una capacidad de 17,000 a 20,000 metros cúbicos.
Angelucci detalló que entre la primera laguna -de 2,000 metros cúbicos- y la segunda -con una capacidad de 6,000-, “en este momento calculamos un ahorro del 82 % del agua, o sea, que en lugar de estar consumiendo 100 metros cúbicos, estamos consumiendo 18 metros cúbicos”.
Añadió que la inversión en la tercera laguna será de $400,000 y la planta de compostaje costará $10,000.
Cal, clave para la construcción
Tuscania tuvo un primer acercamiento con la empresa Horcalsa con la elaboración de las calles interiores del complejo residencial, ya que se usó cal para estabilizar los suelos arcillosos. Además, la empresa guatemalteca colaboró con la construcción de la primera laguna artificial creando una mezcla de arcilla y cal para imprimir el agua lluvia.
“Esa fue nuestra prueba de fuego”, aseguró Ana Miriam Obregón, gerente de Negocio de Cal de Horcalsa, quien explicó que la empresa durante más de 100 años de operaciones en Guatemala ha tenido experiencias en la construcción de calles, proyectos residenciales y con la pista de rodaje del Aeropuerto La Aurora.
La empresa incursionó en El Salvador hace 30 años y entre sus principales clientes está el Fondo de Conservación Vial (Fovial). Obregón aseguró que, al utilizar la cal para la estabilización de suelos, se ahorra hasta 23 % de los costos.