Los ciudadanos de Fukushima pueden bañarse desde este sábado en playa de Kitaizumi después de que las autoridades de la prefectura japonesa hayan confirmado que la radiación ha vuelto a su estado previo al desastre en su planta nuclear de 2011.

Una multitud ha aguardado a la entrada de la playa, situada a solo 25 kilómetros al norte de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, escenario de hasta cuatro explosiones en sus reactores por el seísmo de magnitud 9 y posterior tsunami de marzo de hace ocho años.

"Para disipar cualquier rumor dañino sobre la radiación hemos tratado de hacer de esta playa la más segura del país", ha declarado el responsable de planificación de la cercana ciudad de Minamisoma, Masahiro Nishizawa.

"Ver el mar me tranquiliza, y los sonidos de las olas me ayudan a olvidar todo lo negativo", ha explicado al 'Japan Times' una mujer de 60 años que perdió a un familiar en el tsunami. "Espero que el número de visitantes se recupere al nivel anterior al desastre", ha añadido.

La playa servirá también de memorial para las víctimas de la catástrofe, que se cobró más de 18.500 vidas.