Fabulosas joyas de María Antonieta, entre ellas un anillo que contiene una mecha de cabello de la reina, serán subastadas el miércoles en Ginebra por Sotheby's, tras haber sido guardados desde hace más de dos siglos lejos de la mirada pública.

Estas diez joyas, que proceden de una colección de la familia Borbón Parma, han dado la vuelta al mundo en las últimas semanas y fueron presentadas en exposiciones públicas, que permitieron a los amantes de la alta joyería admirar por primera vez estas históricas alhajas.

La estrella de la venta podría ser un soberbio pendiente de diamante con una perla natural de excepcional talla, en forma de pera (26 mm x 18 mm), y estimado entre 1 y 2 millones de dólares.

Entre los demás lotes estrella de la colección figuran también pendientes ornados de perlas finas (entre 200.000 y 300.000 dólares) y un collar de perlas finas, cuyo precio va hasta los 70.000 dólares.



"Es la venta del siglo XXI", declaró a la AFP Andres White Correal, director de joyas de Sotheby's, durante su presentación en Londres. Es imposible que "algo sea mejor" que lo que perteneció a María Antonieta. "Y también porque no quedan muchas de sus joyas", agrega.

Aunque algunas reinas tuvieron más peso político o histórico, María Antonieta tenía "prestancia", según él.

La esposa de Luis XVI poseía numerosas joyas y diamantes.

- Anillo con mecha de cabello -
En la venta estará también subastado un anillo de diamantes que contiene una mecha de cabellos de la reina, y que es evaluado entre 8.000 y 10.000 dólares.

María Antonieta apreciaba también la alta relojería, como lo demuestra un reloj de bolsillo cuya caja lleva las iniciales MA así como tres flores de lis, estimado entre 1.000 y 2.000 dólares.

Antes de intentar huir de Francia con Luis XVI y sus hijos, María Antonieta envió sus joyas a Bruselas, y luego fueron transmitidas a familiares en Austria, su patria de origen.

Detenidos en Varennes, Luis XVI y María Antonieta fueron guillotinados en octubre de 1793. Su hijo Luis XVII murió en cautividad.

La única superviviente de la Revolución francesa fue su hija, María Teresa de Francia, que fue puesta en libertad en diciembre de 1795. A su llegada a Viena, el emperador de Austria le entregó las joyas de su madre, celosamente conservadas.

Al no tener descendencia, la mujer dejaría parte de sus joyas a su sobrina e hija adoptiva, Luisa de Francia, Duquesa de Parma y nieta del rey Carlos X, la cual, a su vez, las transmitiría a su hijo Roberto I, último duque reinante de Parma.



La colección de joyas propuestas en la subasta del miércoles, al haber pertenecido a la familia Borbón Parma, incluye también piezas que pertenecieron al rey Carlos X, a los Archiduques de Austria y a los Duques de Parma.