Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Northwestern University (Estados Unidos) ha confirmado que las buenas relaciones familiares favorecen el control del asma en los jóvenes, incluso en las comunidades más conflictivas.

En el estudio, publicado en la revista 'Pediatrics', los expertos evaluaron si los factores sociales pueden proteger a los niños con asma de los efectos negativos que provocan los contaminantes en zonas conflictivas.

"Encontramos interacciones significativas entre las condiciones del vecindario y la calidad de las relaciones familiares que predicen los resultados clínicos del asma. Y es que, cuando los niños vivían en vecindarios peligrosos y desordenados pero tenían una buena relación con su familia, padecían menos síntomas y tenían una mejor función pulmonar", han asegurado los investigadores.

Por el contrario, cuando los niños vivían en barrios menos peligrosos sus síntomas, limitaciones de actividad y función pulmonar eran generalmente buenos, si bien en estos casos la naturaleza de sus relaciones familiares no importaba.

"Es posible que cuando los niños tienen relaciones de alta calidad con su familia, los miembros pueden ayudar a sus hijos a priorizar el manejo del asma como, por ejemplo, protegiéndolos de los factores de estrés del vecindario para minimizar la interrupción de las rutinas del asma. Pero esto es especulativo en este punto, y la investigación futura podría probar esta idea implementando intervenciones familiares o de crianza de los hijos con asma que viven en vecindarios de alto peligro y examinando sus efectos en los resultados del asma infantil", han zanjado los investigadores.