Las autoridades del Hospital Nacional de San Francisco Gotera, en Morazán, informaron que un joven de 18 años resultó con quemaduras al manipular un mortero número cinco, durante el periodo vacacional de Navidad y Año Nuevo.

El jefe de división de servicios de diagnósticos del nosocomio, Alexander Hernández Serrano, explicó que los casos atendidos entre diciembre de 2020 y el 1 de enero de este año, se redujeron en relación a los reportados durante el mismo periodo del año 2019.
Este año se redujo, en comparación al año pasado. Ya que en el 2019 tuvimos cuatro niños quemados por pólvora y ahora no tenemos ningún menor quemado por la manipulación de pirotecnia. Este año hemos tenido un caso, donde lamentablemente un joven de 18 años ha sido amputado de un dedo". Alexander Hernández, jefe de servicios de diagnóstico, del hospital de San Francisco Gotera.

El caso ocurrió el 24 de diciembre pasado, cuando al joven, proveniente del municipio de Jocoro, se le amputó "la falange distal, del dedo índice, de la mano derecha" por la explosión de un mortero número 5, artefacto prohibido por las autoridades.

Sin embargo, el galeno reconoció que la población de Gotera disminuyó el uso de pólvora, ya que este año no hubo menores de edad quemados en el municipio.

Ayer, las autoridades de Protección Civil revelaron que las festividades dejaron 146 personas quemadas a causa de la pólvora.

Reto


Para las autoridades del Hospital de San Francisco Gotera, en Morazán, este año será de grandes dificultades y desafíos en el contexto de la pandemia del covid-19, ya que siguen trabajando en la prevención y en la identificación de casos que puedan complicarse a futuro "se trabaja en conjunto con el Hospital El Salvador", dijeron, y aseguraron que hasta el momento les ha permitido que el hospital no se sature.

El profesional aseguró que la reducción de personas quemadas con pólvora este año tubo una reducción considerable y se debe al contexto de la pandemia en las celebraciones de 24 y 31 de diciembre han tenido una baja ya sea en pirotecnia, así como la movilización de personas por el mismo miedo al virus.

Hernández Serrano agregó que temen un rebrote de covid-19, ya que durante las festividades de fin de año, las discotecas y los bares realizaron fiestas; también la población hizo excursiones y las familias abarrotaron las playas del oriente.