Según una de las dueñas de cuatro cafetines contactados por Diario El Mundo, que prefirió resguardar su identidad, dijo que los productos más vendidos son lo que Educación y el Ministerio de Salud quieren prohibir. “Yo vendo una pupusa a $0.25, la yuca a $0.25, la empanada a $0.15 y fíjese, yo vendo alrededor de 300 pupusas diarias, póngale, ¿cuánto no voy a perder yo? Se vendría abajo”, explicó.
Agregó que esa normativa es contradictoria a los programas del ramo de Educación: “ellos dicen escuelas saludables, pero si ellos mismos les dan a los niños arroz en leche, frijoles y eso se los dan para pupusas, porque no creo que les den frijoles salcochados”, señaló.
Todos los administradores consultados expresaron desconocer las sanciones, el permiso y la obligación de carnetizar al personal que labora en las cafeterías, para funcionar.
Los encargados de las cafeterías de centros escolares de San Vicente y de Ahuachapán coincidieron en que la iniciativa no funcionará y que las autoridades encargadas no han explicado cómo obtener los permisos.
“La reunión que tuvimos fue de la unidad de salud, y nos dijeron cómo iba a ser la nueva normativa. La verdad no nos explicó sobre las multas ni lo del carné. Pero para mi ver, si prohíben dentro de la institución, deben de prohibir afuera. Para mí es algo ilógico”, dijo una dueña de la cafetería de un instituto capitalino.
Diario El Mundo contactó a los administradores de una cafetería de un centro escolar de La Unión y señalaron que el año pasado se les dijo de la iniciativa, pero no les han explicado. También creen que esta normativa afectaría la economía de los estudiantes del centro escolar, porque no les alcanzaría para comprar comida saludable.
“A los niños no les alcanza, a lo más es comprar dos churros y un dulce. No exagero, pero eso está sucediendo en la escuela y si se hace esa nueva normativa dígame cómo nosotros vamos a hacer para que estos niños coman, nosotros no podemos regalar nuestra venta”, dijo.
Por otra parte, las administradoras y dueñas de estas cafeterías dicen que sí acatarían la nueva normativa, únicamente porque necesitan el trabajo; sin embargo, no descartaron la posibilidad de vender golosinas y productos prohibidos por la normativa de forma clandestina, ya que el Minsal no les dicho cada cuánto tiempo serán las inspecciones.
El Mined y el Minsal aseguraron que la normativa establece un periodo transitorio de seis meses contados a partir de la entrada en vigencia para que los administradores de los cafetines hagan los trámites de permisos y carné para el personal que manipulará los alimentos.
La normativa contempla multas entre $114 y $11 mil para los que incumplan.