La familia tiene múltiples necesidades, desde alimentación, agua potable, vivienda y servicios básicos. / Rosa Fuentes


Las faldas del volcán Chaparrastique, en San Miguel, son ese testigo silencioso de la necesidad de la familia Fuentes, pues no tienen ingresos porque la crisis del coronavirus ha paralizado hasta el trabajo en el campo.

“Estamos en una situación bien dura, porque trabajamos vendiendo leña y lavando ajeno, pero por esta enfermedad ya no hemos trabajado; la gente no quiere recibirlo a uno”, declara preocupada María del Carmen Fuentes.

Cualquier ayuda que pueda recibir esta familia que vive en el cantón Conacastal, de Chinameca, en San Miguel, es bienvenida, luego que doña Carmen no recibiera los $300 que el gobierno entregó al iniciar la cuarentena por la pandemia, por dos grandes motivos: no tiene energía eléctrica en su hogar y tampoco tiene dui.

Esto último también la limita a salir a comprar alimentos en esta cuarentena especial, que decretó el gobierno desde el pasado jueves 7 de mayo.

“La buena voluntad de los vecinos de buen corazón y el proyecto ‘Mejorando tu Vida’ (que) nos han regalado víveres. Así estamos pasando. Es bien difícil porque no hay lavadas y nadie está comprando leña, y las fincas están cerradas”, asegura doña Carmen, de 62 años de edad.

No vive sola. Vive con su hija y sus cuatro nietos, quienes juegan con trozos de ramas y piedras en el patio de su hogar.

La familia tampoco tienen agua potable, sino, van a traer agua a casa de los vecinos, a unos 35 metros y la depositan en barriles para manterla en su casa.

Según Carmen, la falta de agua potable también imposibilita mantener el aseo que necesitan como medida de prevención ante la pandemia del coronavirus.

Educo y UNICEF han señalado que las autoridades deben velar por la alimentación de niños, que desde que dejaron la escuela pueden estar en situación de desnutrición, ya que su fuente de comida, eran los alimentos escolares.

La falta de energía eléctrica ya los hizo pasar por un trago amargo. “Los niños estudian con la luz de una veladora o candil, aunque es peligroso; el año pasado nos agarró fuego y se nos quemó todo, y nos costó levantarlo de nuevo con ayuda de los vecinos, a quienes les agradezco mucho su buen corazón”, relata la mujer.

Con la llegada del invierno, la familia enfrenta otra dificultad, y es que algunas paredes de su casa, son de pedazos de madera; el agua lluvia ingresa a su hogar y moja todo.

Cualquier ayuda que desee hacer a la familia Fuentes, puede hacerlo al número telefónico 6054-8945.