Las personas están varadas en el hotel Centinela, donde la dueña no les cobra por el hospedaje, durante la cuarentena. / Rosa Fuentes


Desde inicios de la cuarentena, dos hondureños y un nicaragüenses se quedaron varados en territorio salvadoreño, sin poder regresar a su país, debido al cierre de fronteras.

Junto a ellos están cuatro salvadoreños, entre ellos, una niña de 2 años de edad, que por falta de transporte público no han podido regresar a su hogar, en Santa Ana.

“Yo me vine a vender al carnaval de San Miguel el año pasado cuando me quedé aquí en El Salvador, pero quiero retornar a mi país”, así fue la solicitud de Elías David Velásquez, de origen nicaragüense.

Junto a los nicaragüenses también se encuentran los cuatro salvadoreños que se dedican a trabajar como artistas urbanos y se ubican en las esquinas de las calles para pedir apoyo de los automovilistas.

“Nosotros somos de Santa Ana, cuando suspendieron el transporte nos quedamos sin poder movilizarnos y peor aún sin trabajar, es difícil porque hay una bebé de 2 años que necesitamos alimentar y no podemos”, dijo Gustavo Martínez.

La madre de la pequeña de 2 años hizo un llamado a la solidaridad de los salvadoreños y especialmente a los migueleños, para que les donen víveres y leche para su pequeña.

Todos están pasando la cuarentena en el hotel Centinela, en las cercanías de la terminal de San Miguel, ahí los propietarios se han solidarizado y no les cobran la estadía. Sin embargo lo alarmante es la falta de ingresos para poder comprar alimentos.