En el cantón Arenales, de Chinameca, San Miguel predomina la agricultura y la ganadería. Algunos vecinos empleados viajan a Usulután o San Miguel, y en tiempos de pandemia, los alumnos no han acudido a la escuela desde marzo pasado.
El problema radica que en la zona no todos los estudiantes tienen acceso a internet y a las computadoras y para los padres de familia es preocupante, porque deben primar la compra de paquetes de internet a mantener su ya precaria economía.
Ana Cecilia Rodríguez Romero es maestra de 3° grado de un centro educativo del cantón Arenales, del municipio de Chinameca, dijo que algunos estudiantes no cumplen con las tareas, debido al internet y los padres de familia también resienten el costo de la era digital.
A veces invierten hasta $5 en comprar internet, el cual no les funciona por ser una zona de cerros, la economía es mala y algunos jefes de familia están trabajando, mientras otros no cuentan con un empleo porque lo perdieron a raíz de la pandemia.
La docente le hizo un llamado al Gobierno para que les pueda ayudar a solucionar el problema.
“Los niños de hogares con menores recursos son los que más están sufriendo está crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus,” apuntó la educadora.
“Los estudiantes de hogares con menores recursos cuyos padres tienen un nivel de educación muy bajo, están en peores condiciones, son los que más van a sufrir”, considera otra maestra de un colegio privado de San Miguel.
El Ministerio de Educación, según la docente, están haciendo un esfuerzo importante para mantener los procesos de aprendizaje en los hogares.
“Los niños de hogares con menos recursos son los que más están sufriendo esta crisis ocasionada por la pandemia del coronavirus”: Ana Cecilia Rodríguez, maestra de tercer grado
También universitarios
Eduardo Jurado, estudiante de comunicaciones de una universidad privada, dice que la pandemia les ha afectado económicamente.
“Siempre hay que mantener internet en el teléfono celular para recibir las clases en línea y enviar las diferentes tareas a los docentes. A la larga sale muy costoso estar comprando paquetes de datos semanales y uno se propone un gasto fijo y al final viene costando más por buscar tareas y eso genera gastos extra”, señala el estudiante.
Cercanía emocional
Para Remberto Martínez, maestro desde hace 15 años en un centro educativo de la zona oriental del país, el alumno no sólo necesita información, sino también cercanía emocional con el docente.
Considera que las aplicaciones digitales en la educación han llegado para quedarse y que también puede impulsar un verdadero debate para que haya esfuerzos hacia una modernización de la educación, con el mayor uso de la tecnología.
“Los estudiantes de hogares con menores recursos cuyos padres tienen un nivel de educación muy bajo, están en peores condiciones, son los que más van a sufrir”: maestra de colegio privado de oriente
“El coronavirus nos está mostrando que las tecnologías educativas no son un lujo, sino una necesidad”, expresa. Sin embargo, la brecha digital sigue siendo amplia.
El Ministerio de Educación ha entregado computadoras a los maestros, especialmente a los que tienen una enfermedad crónica, para que sigan con su labor docente.