La alcaldía de San Miguel interpuso denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) para que investigue los daños causados en el mausoleo centenario de la ciudad, el pasado 8 de febrero.
Según el reporte emitido por la administración del cementerio, a las estatuas de mármol les cortaron las cabezas y habían sido consideradas como patrimonio cultural arquitectónico del departamento, porque datan de los años 1800 y 1900.
El mausoleo pertenece a la familia Calvo y se ubica en el cuadro cuatro del cementerio.
Los daños al mausoleo fueron realizados el miércoles 6 de febrero en horas de la medianoche aseguró el alcalde de la ciudad, Miguel Pereira, y la cámara de videovigilancia instaladas en ese sector no captaron las imágenes de quiénes cometieron estos hechos.
“Ya sea por la oscuridad o por el alcance para ingresar al cementerio (que) es fácil,” dijo el alcalde.
Pereira dijo que las personas que denunciaron en redes sociales el hecho son las principales sospechosas en este acto de vandalismo.
El costo de la reparación de las imágenes que fueron traídas por una familia hace más de un siglo, lo asumirá la comuna.
La población asegura que el cementerio general de San Miguel se ha convertido en “guarida de drogadictos y pandilleros”, al extremo que personas que asisten a funerales procuran salir en grupos por el temor de convertirse en víctimas de los delincuentes.
Por ser considerado patrimonio cultural, el mausoleo debería tener medidas de protección y conservación, según la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador. Este no es el primer daño hecho a la tumba centenaria.