El alcalde de San Miguel, Miguel Pereira, dio cinco días para que la empresa estadounidense IBT LLC detenga y detruya la construcción de un muro perimetral, del hospital regional del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), porque, supuestamente, se pasa cuatro metros de frente en la avenida Roosevelt y tres metros y medio en los laterales.
“San Miguel no es tierra de nadie”, dijo Pereira, ante los medios de comunicación, “Acá hay una institucionalidad que respetar y la constructora tiene que ceñirse a los planos que se le aprobaron”, agregó.
Ayer, la empresa IBT LLC dijo a Diario El Mundo que ellos recibieron planos de la Oficina de las Naciones Unidas para Servicios de Proyectos (UNOPS) de El Salvador para construir el hospital, y que “el diseño de las obras no es responsabilidad de la empresa constructora”.
Agregó que cualquier línea de construcción deberán realizarla con las partes involucradas “y la constructora no es una de ellas”.
En consecuencia, señalaron “IBT LLC es ajena a la reclamación de supuesta ilegalidad notificada por la Alcaldía Municipal de San Miguel al ISSS, quien es propietario del proyecto”.
Ayer, Pereira dijo que si la empresa no detiene la construcción del muro los demandará ante la Fiscalía General de la República.
“Y si ellos no acatan como alcaldía tomaremos otras instancias legales hasta garantizar a los migueleños, a tener una avenida Roosevelt en una segunda etapa construida sea toda una realidad”, agregó el edil.
El alcalde señaló que cuando la empresa llegó, el ISSS les dijo que no tenían donde albergar a los empleados contratados y parte de la maquinaria, y la municipalidad cedió un área del terreno del centro de gobierno municipal con la condición de regresarlo antes del Carnaval de San Miguel, para instalar ahí, los juegos mecánicos.
“Llegó una comisión de la alcaldía, días antes, a recordarles de lo establecido y no quisieron moverse con una actitud sumamente irrespetuosa, y ahora irrespetan el plano de construcción”, dijo el alcalde migueleño.