El sargento Valencia Clara intentó huir pero fue capturado a un kilómetro de distancia del crimen. / Rosa Fuentes


La investigación de la Fiscalía General de la República determinó que el sargento José Alberto Clara Valencia disparó en siete ocasiones contra el conductor de la rastra, Manuel de Jesús Zavala Reyes, el pasado viernes en la madrugada, en el hotel y cervecería Centroamérica, en la frontera El Amatillo, La Unión.

La fiscalía narra que el sargento Clara Valencia y el soldado Jaime Amilcar Hernández García -ambos acusados de homicidio agravado- le pidieron a Zavala Reyes que los invitara a bebidas embriagantes.

La víctima estaba con otros conductores y aceptó invitarlos. Portando su uniforme militar y su arma de equipo, se sentaron en una mesa contiguo donde se encontraba la víctima.

Pasadas las horas, Zavala Reyes les dijo a los militares que se retiraría del lugar. La fiscalía dice que el sargento le pidió más cervezas y cuando la víctima se negó “el sargento cargó el arma de equipo que portaba, un fusil calibre M-16, y le realizó varios disparos por la espalda a Zavala, quien murió de inmediato”, dijo el fiscal.

Los militares intentaron huir, pero el resto de conductores de rastra los siguieron y ayudaron a las autoridades con el arresto. Clara Valencia abandonó el fusil en una zona boscosa. El soldado se entregó en la base militar.

La fiscalía tiene testigos y videos del hecho que incriminan a los militares y aseguran que se cometió con dolo. Una pericia balística apunta al fusil del sargento como el detonante de los proyectiles que acabaron con la vida de Zavala.

Ambos militarse seguirán el proceso en detención; ambos pertenecen al batallón Sumpul y el sargento ya tenía antecedentes.