Los vendedores recorrieron las calles migueleñas para pedirle al alcalde que los regrese al lugar donde estaban. / Rosa Fuentes.


Más de 100 vendedores informales protestaron desde la 2a calle Poniente hasta el atrio de la alcaldía de San Miguel para pedir al alcalde, Miguel Pererira, que les conceda el regreso de sus puestos de ventas ubicado a sobre la 1a avenida Norte, el cese al decomiso de sus productos y, según ellos, los acosos y maltratos por parte de los agentes del Cuerpo de Agentes Metropolitanos.
"Cómo es posible que día a día nos decomisan la mercadería y les pagamos una multa. Sólo a eso venimos, nos están quitando nuestro sustento", asegura América Jiménez, representante de los vendedores desalojados de las calles.

La comuna desalojó vendedores que ocupaban las aceras de la 1a avenida Norte y 2a calle oriente Poniente y les anunció que serán reubicados en el parqueo municipal. En ese lugar están las ventas de bebidas embriagantes, por esa razón las vendedoras se niegan a ocupar ese espacio.
"¿Cómo cree que vamos a llegar con nuestras niñas y niños a ese ambiente impropio? no podemos porque nosotros vendemos ropa no bebidas, es bien inconsciente el alcalde, se le olvida quien lo puso ahí", dijo otra de las afectadas.

Las marchas es el único recurso que las vendedoras dicen tener para hacerse escuchar, pues tienen necesidad de trabajar en un ambiente tranquilo, sin acoso de los miembros del CAM, justifican.

El pasado miércoles 30 de septiembre, el alcalde Pereira se reunión con un grupo de vendedores de la 4ª calle Poniente y parte de la 2ª calle Oriente, que fueron desalojadas en marzo y reinstaladas este jueves.

Diario El Mundo buscó la opinión del alcalde a través de llamadas telefónicas, pero no contestó; tampoco la encargada de prensa de la comuna.

Sin embargo, en su perfil de la red social, Facebook, el edil sostuvo que en la reunión que tuvo con vendedores, el miércoles, que buscarán una solución para que sigan trabajando y al mismo tiempo se garantice el plan de reordenamiento y recuperación del Centro Histórico de la Perla de Oriente, motivo del desalojo de los vendedores de las calles.