El candidato presidencial del partido “Vamos”, Josué Alvarado, originario de San Miguel que estudió agronomía en Nicaragua, es un empresario residente en Estados Unidos que emigró a causa de la guerra. “Me tocó comenzar con una cajita de cartón, en la cual vendía harina para hacer tortillas y plátanos”, relata. Tocaba la puerta de los apartamentos de los salvadoreños quienes le compraban, dice, algunos “por lástima y otros porque necesitaban el producto”. Un año más tarde, tenía ya su empresa Río Grande vendiendo a bodegas latinas y supermercados, exportando productos salvadoreños. “Eso nos llevó a estar vinculados, a invertir en agricultura, creando siembras de maíz, después pasamos a ganadería y en la manufactura de productos. No nos desconectamos del país”, dice. Se trata de una planta que procesa todos los derivados del maíz. En 2009, fundó una organización no gubernamental para promover la rehabilitación y la prevención de la violencia. Quiso ser diputado en 2015 y ahora busca la Presidencia de la República con su nuevo partido “Vamos”.
¿Por qué es el único candidato? El partido tiene 810 afiliados.
Voy a ser bien honesto. El 26 de marzo abrimos la inscripción y la cerramos el 26 de abril. No se presentaron más personas. Es así, en cumplimiento de las leyes del Tribunal Supremo Electoral, hemos procedido a hacerlo, siendo el caso que no hubo más inscripción, sino que solo la mía. En cumplimiento de la ley hemos tenido que hacer este paso, de esta votación, en la cual hoy vamos a saber si las bases del partido Vamos me dan ese privilegio de poderlos representar en las próximas elecciones.
¿Hará públicos los nombres de los financistas del partido?
Nos vamos a someter a lo que dice la ley del TSE (Tribunal Supremo Electoral). Somos un partido con la transparencia y la verdad porque tenemos que marcar la transparencia del resto de la clase política, esa es la razón porque un alto porcentaje de los salvadoreños han perdido la confianza y la fe de la clase política. Nosotros en todo, vamos haciéndolo.
Hablemos del plan de gobierno. Como empresario, ¿estaría dispuesto a revisar las exenciones fiscales o adoptar un ajuste fiscal?
Tenemos los técnicos trabajando en este campo. Quiero ser bien claro, realmente en los últimos períodos del Gobierno es cuando más ingresos por la parte fiscal, en los impuestos, hemos tenido; pero lamentablemente no ajustan. Yo creo que la parte crítica de nuestro país y de lo que sufre nuestro país es la mala administración de los impuestos, pueden alcanzar o hacer una diferencia a nivel de los salvadoreños si los sabemos administrar. “Vamos” no está pensando en seguir poniendo impuestos, el primer paso que vamos a hacer es revisar cómo estamos utilizando los impuestos.
¿No ha definido la revisión de los beneficios fiscales?
Soy un salvadoreño que creo que la empresa privada es la que está hecha para generar los empleos y dar las oportunidades de desarrollo y crecimiento en la nación, tenemos interés que muchos empresarios, nacionales e internacionales, puedan sumarse. Uno de los focos principales que voy apuntando es que llevemos empresas a esos lugares donde están condenados que no hay (empresas) por la seguridad. Por ejemplo, en las áreas de Soyapango, Majucla, distrito Italia, Campanera, todas esas áreas. Estamos tratando de que haya centros de trabajo.
La propuesta es parecida a la ley de zona económica especial que presentó el Ejecutivo.
Estamos trabajando en una forma minuciosa, por ejemplo, para el campo, con una nueva ruralidad. Es lograr que los pequeños agricultores puedan tener esa conexión con los proveedores adonde venden. “Vamos” está pensando en revivir el campo, devolver al campo el poder de producir en el país.
En seguridad, ¿qué plantearía?
El primer objetivo que llevamos es que la inseguridad la vamos a despolitizar, que sea una situación de país, que nos importe, no busquemos réditos de los políticos, sino que nos unamos para resolver el problema.
¿Qué hará en el tema de corrupción?
Ese es uno de los bastiones de compromiso de Vamos, combatir la corrupción, empezando en nuestra casa. Como Vamos tenemos auditorías internas para que cada elemento que venga a ser un servidor público pueda estar supervisado internamente. Para mí es lamentable, quiero decirlo con todo respeto, que en esta gestión y las noticias que oímos de la cantidad abultadísima de extracción o como le llaman, robo, que hubo para la nación no sean los gobiernos de turno o los que han estado los que estuvieran demandando y pidiendo a Fiscalía para que esto se aclare y que ese dinero se devuelva al Estado. Yo veo una pasividad en el caso del último presidente, lo veo con protección, donde debería ser obligación por respeto a la ciudadanía de que sea el gobierno de que esté interesado a que ya con las cosas que han salido a luz, que puedan llevarse a los tribunales y buscar que ese dinero vuelva a ser restituido al Estado.
¿Debería el Gobierno gestionar la extradición de Funes?
Yo diría que toda la cobertura y protección que se le da o los que están envueltos para protegerlo tendrían que dar libertad que sean llevados a los tribunales. Que si es inocente, que sea la ley que lo diga; pero si las pruebas son contundentes, deberían de reintegrar ese dinero al Estado y pagar por esa causa. Da pena que nuestros niños, jóvenes, ancianos, se mueran porque no hay medicamentos en el hospital, porque una persona en cinco años se lleva $351 millones y quizá más. Eso tiene que acabarse en el país. Nuestro país no es que sea pobre, sino mal administrado. Eso tiene que cambiar, es reto y compromiso.