Aunque la campaña electoral no ha iniciado formalmente lo cierto es que casi todo acto político que presenciamos en este momento ya trae como componente un objetivo meramente electoral.

El bloqueo de los camiones en el relleno sanitario de Nejapa es un claro ejemplo de eso. La confrontación electoral en pleno con la participación de sindicatos afines al oficialismo ha generado una crisis de la basura que a su vez es potencialmente peligrosa en este momento de pandemia. Son hechos que afectan directamente a la población, no al gobierno municipal, no al candidato a la reelección, a la ciudadanía.

Igual sucede con las protestas por el Fodes. Los alcaldes reclaman el bloqueo en el pago del Fodes por parte del Ejecutivo. Pero en su protesta, al bloquear carreteras y vías importantes del país en horas pico, afectan a miles de personas que van rumbo a sus trabajos o negocios en busca de recuperarse de la grave situación económica en la que la pandemia nos ha puesto. Otra vez, la ciudadanía es la afectada por decisiones político-electorales.

Lamentablemente seguiremos viendo situaciones como estas en los próximos meses. Todos quieren llevar agua a su molino y obtener réditos electorales a corto plazo -el 28 de febrero- aunque la situación a mediano y largo plazo del país se complique aún más y la afectación para la población en su situación económica sea cada vez más grave. Eso es lo preocupante.