La actual crisis ya provoca que los productores de café quiten sus fincas y siembran en su lugar granos básicos, situación que pone en riesgo los más de 47,700 empleos que genera el sector. / DEM


La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) advirtió ayer que aumentar el salario mínimo en las actuales condiciones, en crisis desde 2017 por la caída de los precios internacionales, sería la quiebra “final” para la caficultura nacional.

La semana pasada se reinstaló el Consejo Nacional de Salario Mínimo (CNSM) y se anunció que iniciaría la discusión para un posible ajuste salarial que por ley debería revisarse este 2019. La Acafesal reaccionó ayer en conferencia de prensa y pidió, en primer lugar, que el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS) incluya a los productores en las negociaciones antes de aprobar una nueva disposición.

Omar Flores Hidalgo, presidente de la gremial, hizo hincapié en que por la actual crisis internacional de los bajos precios del café, un ajuste salarial sin consulta con los productores sería “darle la quiebra final” a la caficultura. Explicó que para producir un quintal se deben invertir $120 pero se paga a $67, dejando así un déficit de $58.

“Solicitamos al Gobierno ver este tema con mucha sutileza, que podría ocasionar situaciones irreparables en la caficultura en el caso se dé un aumento sin consulta y sin tomar en cuenta las bases técnicas”, indicó Flores.

Ya en anteriores declaraciones del ministro de Trabajo, Rolando Castro, el funcionario ha afirmado que el ajuste al salario mínimo se realizará en consenso con los sectores productivos y la fuerza laboral.

 

Propuesta

El último aumento al salario mínimo se aprobó en diciembre de 2016 y entró en vigencia en enero de 2017. Este ajuste conllevó a incremento del 30.99 % para el sector de café al pasar de $171 a $224.

El líder de la gremial aseguró que “estamos conscientes de la necesidad” que los trabajadores obtengan mayores ingresos y planteó que un aumento al salario mínimo sería posible solo si existen condiciones que le permitan solvencia financiera a los productores.

Para lograr eso, la gremial pidió un reconocimiento económico al sector por el aporte hídrico a El Salvador, eliminar el impuesto a insumos para los cultivos, como fertilizantes y agroquímicos, y un ajuste salarial con base a los precios internacionales cotizados en la Bolsa de Valores de Nueva York.

Los precios internacionales del café comenzaron a decaer a principios de 2017 y han perdido hasta el 40 % del valor. La Organización Internacional del Café (OIC) señala que la libra se colocó en $0.973 en octubre pasado, esto equivale a una disminución de 0.4 % del valor de septiembre por $0.977.

Comparado a octubre de 2018, la libra del café se redujo en $0.14, pues en ese mes se colocó en $1.11.

La OIC justifica este comportamiento por el “abastecimiento del mercado” debido a una mayor producción mundial que, aunque aumenta el consumo, terminará este 2019 con un superávit de 4.96 millones de sacos (1.34 millones de quintales); sumados al remanente de 2017-2018 hará una sobreoferta de siete millones de sacos (1.90 millones de quintales).