“Las muertes de Óscar y Valeria representan un fracaso en la respuesta a la violencia y la desesperación que empujan a las personas a emprender viajes peligrosos en busca de una vida digna y segura”, dijo Filippo Grandi, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), en un comunicado enviado donde se retoma el caso del padre e hija salvadoreños ahogados en la frontera.

La trágica imagen de un padre y su hija ahogados exige que se adopten medidas de prevención", indica la Acnur, al expresar conmoción por el caso "al ver la desgarradora imagen de los cuerpos ahogados de Óscar Alberto Martínez Ramírez y de su hija Valeria, de 23 meses de edad, procedentes de El Salvador, que fueron arrastrados a las orillas del Río Bravo".

"Menos de cuatro años después de que el mundo fuera testigo de cómo el cuerpo sin vida de un niño refugiado sirio, Alan Kurdi, fue arrastrado a las costas del Mediterráneo, nos enfrentamos una vez más a las impactantes imágenes de personas que mueren durante sus peligrosos viajes a través de las fronteras", agregan.

De acuerdo con Acnur, estas situaciones se presentan por la ausencia de "vías seguras para que las personas busquen protección, dejándolas sin otra opción que arriesgar sus vidas”.

Acnur sigue pidiendo a todos los países de la región que tomen medidas inmediatas y coordinadas para evitar que sigan ocurriendo tragedias como está.

"Acnur también ha ofrecido propuestas sobre formas de mejorar y fortalecer el trato de los solicitantes de asilo en los Estados Unidos, incluyendo las condiciones de detención. Seguimos dispuestos a apoyar a todos los gobiernos de la región para garantizar que cualquier persona que necesite protección internacional la reciba sin demora y sin impedimento", agregan.

Óscar y su pequeña hija murieron cuando intentaban cruzar el Río Bravo junto con otros familiares, entre ellos la madre de la menor. El Gobierno ayudará a la repratriación de los cuerpos.