AFP


Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, expresó ayer su preocupación por la propuesta de Estados Unidos para endurecer su sistema de asilo y ha alertado de que ésta marca un “alejamiento de las políticas humanitarias” y de las prácticas “arraigadas en el Derecho Internacional”.

Grandi señaló que Estado Unidos ha sido durante décadas un “líder global en el área de la protección de los refugiados”, y alertó que el país está contemplando ahora en su propuesta de “Procedimientos de asilo y exención de expulsión, revisión de temor creíble y temor razonable”, un cambio que podría impedir que miles de personas que huyen de la persecución “soliciten y obtengan protección” en territorio estadounidense.

En un comunicado, resaltó que la vida y libertad de un gran número de personas depende de estas medidas y recordó que Estados Unidos ha sido el “mayor donante humanitario para programas de refugiados de todo el mundo”.

“La obligación de proporcionar un refugio seguro a los que huyen de conflictos armados, violencia o persecución, refleja valores fundamentales arraigados en muchas tradiciones legales, y es un aspecto central del Derecho Internacional moderno”, aseveró, antes de sostener que ACNUR ha instado a Estados Unidos a “tener esto en cuenta para determinar qué políticas son apropiadas”.

Grandi manifestó así que la “compasión humana y el deber moral han sido siempre las luces que guían el sistema de asilo de Estados Unidos” y ha pedido al país no mirar para otro lado.

Por ello, ha ofrecido la ayuda de la ONU para apoyar al Gobierno estadounidense en la búsqueda de “soluciones a los retos a los que se enfrentan para mantener un sistema de asilo seguro, justo y humano”.

La preocupación del ACNUR surgen un día después de que la administración del presidente Donald Trump estableciera una nueva regla que acelera deportaciones y complica a inmigrantes pedir asilo.

Reportes del diario La Opinión indican que la disposición otorga mayores poderes a los departamentos de Seguridad Nacional (DHS) y de Justicia (DOJ) para determinar si un extranjero constituye “un peligro para la seguridad de Estados Unidos”.

La regla incluye que los inmigrantes que provengan de países con brotes de enfermedades contagiosas no sean elegibles para la solicitud de asilo.

“Esta propuesta enmendaría las reglas del DHS y el DOJ existentes… para aclarar qué pueden los Departamentos considerar emergencias públicas, basado en problemas de salud, ​​en enfermedades transmisibles, debido a posibles amenazas internacionales de propagación de pandemias cuando se determina si ‘existen motivos razonables’ para considerar a [un] extranjero como un peligro para la seguridad de los Estados Unidos”, indica.

Los oficiales migratorios del DOJ podrán entonces determinar si ese extranjero es o no elegible para un beneficio.

Además, la regla apunta que el DHS podrá deportar a inmigrantes que solicitan asilo en forma acelerada, en caso de que se les niegue la protección.

“La nueva regla anunciada niega el derecho de los solicitantes de asilo a una audiencia eficaz ante un juez”, dijo a Univision, Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles (California). “No están respetando los derechos de estas personas”.