Henry Alberto Salazar Burgos fue encontrado culpable del asesinato de su novia embarazada, hecho cometido en octubre de 2017. Foto de Juan Carlos Vásquez.


 

 

A 40 años de prisión fue condenado Henry Alberto Salazar Burgos por el feminicidio agravado de su novia, Lilian Beatriz Méndez Ramírez, también le fueron impuestos 10 años más por el delito de aborto sin consentimiento, ya que la víctima tenía ocho meses de embarazo cuando cometió el crimen.

El Juzgado Especializado de Sentencia de la Mujer emitió hoy su veredicto y determinó que el imputado fue el responsable del condenable hecho. La Fiscalía General de la República (FGR) presentó en el proceso las pruebas que señalaban a Salazar Burgos como el único responsable de la muerte de la joven y había pedido la pena máxima para él.

El Ministerio Público indicó que durante el juicio se hizo una integración de prueba documental, testimonial y técnica, siendo esta última una de las más determinantes para comprobar su culpabilidad.

“La prueba técnica es una prueba que no admite error alguno, es una prueba científica en la cual quedó plenamente establecido que el imputado, el día de los hechos, se conducía con la víctima, y a pesar que no se contó con una prueba testimonial directa, es decir, presencial, se logró establecer a través de indicios, los cuales eran ineludibles que él fue quien le cego la vida tanto a Lilian como a su hijo”, señaló la fiscal del caso luego de conocerse el fallo.

El fiscal general de la República, Raúl Melara, reaccionó a la resolución del juzgado y consideró que "se hizo justicia para Lilian y su bebé".

 



 

Lilian desapareció el 20 de octubre de 2017, luego de salir del call center en el que laboraba y cuando se dirigía junto a su expareja hacia su casa. Según la información del caso, Salazar Burgos aseguró que había pasando dejando a su novia en la Terminal del Sur, en San Marcos. Su cuerpo fue encontrado un día después en el kilómetro 29 y medio de la autopista Comalapa, a inmediaciones del cantón Cupinco, jurisdicción de Olocuilta, departamento de La Paz.

A través de las investigaciones se logró determinar que la versión relatada por el ahora sentenciado era falsa, ya que las activaciones de las antenas de navegación del teléfono celular revelaron que el hombre se encontraba con ella en el momento en que fue asesinada. Además, las grabaciones de las cámaras de videovigilancia lo ubicaron en el trayecto hasta el lugar donde dejó su cadáver.