AFP

De acuerdo con Airbnb, hay más de 8,000 apartamentos para alquilar apenas en el centro de Atenas, a un precio promedio de 67 euros por noche, incluyendo allí 1,200 pisos en distritos próximos de la Acrópolis.


Entre los propietarios se incluyen chinos, rusos e israelíes, que se beneficiaron de una “visa de oro”, lanzada en 2013 y que garantizaba derechos de residencia a quienes adquieran propiedades por más de 250,000 euros.


“En algunos casos, han comprado bloques enteros de departamentos. Los alquileres compartidos claramente impulsaron el mercado”, dijo Lefteris Potamianos, de la asociación de agencias inmobiliarias de Atenas.


Dionysopulo, la fiel residente de Koukaki, también posee un apartamento que podría ofrecer en Airbnb, pero se niega a dejar en la calle a su inquilino de años, un empleado público, con cuestiones éticas.


“En un país donde los precios suben y los ingresos caen, ¿cómo puede uno aumentar el alquiler? Lamento decirlo, pero en Grecia no miramos la escena general, apenas nos miramos a nosotros mismos”, lamentó amargamente.