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Un nuevo alud registrado en una comunidad indígena del noroeste de Guatemala por las copiosas lluvias dejó hoy un saldo de 11 muertos y 9 heridos y recordó al país su alta vulnerabilidad.

Las toneladas de tierra, piedras y árboles que se desprendieron de la Cumbre de Wachuna, uno de los puntos más altos de la Sierra de los Cuchumatanes, en el municipio San Pedro Soloma del departamento de Huehuetenango, fronterizo con México, sorprendió a un microbús de pasajeros que pasaba a la hora del deslizamiento por el lugar.

Según el secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Sergio Cabañas, siete adultos y tres niños que iban como pasajeros murieron soterrados y otras nueves personas fueron trasladas heridas a un centro de salud.

El alud también destruyó cinco viviendas, de una de las cuales se rescató a otro adulto fallecido, así como un camión que se encontraba en la carretera pero sin conductor.

El "gran deslizamiento" como lo denominó Cabañas fue ocasionado por la humedad del terreno montañoso debido a las copiosas lluvias de los últimos días en Guatemala.

La tragedia se registró a unos 280 kilómetros al noroeste de la capital guatemalteca, hasta donde fueron movilizadas brigadas del Ejército, de los bomberos y la Conred para contribuir con las labores de rescate.

El terreno, pese a que está cubierto de árboles, es de alto riesgo y está inestable por la humedad, alertaron las autoridades de protección civil.

Una de las once víctimas ha sido identificado como el inspector de la Policía Nacional Civil (PNC), Raymundo del Valle Funes, quien se trasladaba en el microbús que quedó soterrado, confirmó la institución.

De 33 años de edad, la víctima, originaria del municipio de Chiantla (Huehuetenango), tenía casi 14 años de servicio en la PNC.

Las otras víctimas fueron Aura Irena Carrillo, de 36 años, y sus hijos Mayra (18), Elvira (11), Nohemí (5) y Alicio David (6 meses).

También Jorge Montejo, de 35 años; Mariano Federico Juan, de 27; el maestro Carlos Iván González, de 21 y Jesús Sebastián Díaz González, quien era el chófer y María Juan Montejo, pero de ambos no se reveló su edad.

Cabañas aseguró que no existen personas desaparecidas por el alud y que el tramo quedará habilitado en las próximas horas.

San Pedro Soloma, que en la etnia maya q'anjob'al significa "Cabeza de Agua" tiene una extensión territorial de 264 kilómetros cuadrados, está a una altura de 2.270 metros sobre el nivel del mar y tiene más de 47.600 habitantes, el 96,4 por ciento de ellos indígenas.

Cada año la época lluviosa recuerda la alta vulnerabilidad a los efectos del cambio climático de Guatemala, que tiene unos 800 asentamientos humanos y más de 5.000 puntos de riesgo a inundaciones y deslizamientos, entre otros.

El 6 se septiembre del año pasado diez personas murieron por un deslizamiento causado por las lluvia en la colonia Santa Isabel 2 del municipio sureño de Villa Nueva, y entre las víctimas figuraron dos menores de edad.

Pero una de las peores tragedias que se recuerdan en el país centroamericano es la ocurrida el 1 de octubre del 2015 en la colonia El Cambray 2 del municipio de Santa Catarina Pinula, en el departamento de Guatemala.

Un fuerte alud cayó sobre decenas de viviendas dejando a su paso 280 muertos y 70 desaparecidos y hoy, 20 meses después, los supervivientes aún no reciben las casas ofrecidas por las autoridades.

Con las 11 víctimas del alud suben a 18 las personas fallecidas durante la temporada de lluvias de 2017 en Guatemala, de acuerdo con cifras de la Conred, y suman más de 57.000 afectadas y más de 500 casas dañadas por la época del invierno.