Miembros de Unidos da Tijuca actúan durante la última noche del desfile de carnaval de Río. AFP


Con una alta dosis de crítica social y política, las escuelas de samba de Rio de Janeiro culminaron la madrugada de este martes sus esplendorosos desfiles, lanzando un mensaje de alerta y esperanza sobre el futuro de Brasil.

Un año después de la asunción del ultraderechista Jair Bolsonaro al poder, las coloridas 'escolas' desfilaron por los 700 metros del Sambódromo criticando a viva voz el racismo, la homofobia, la intolerancia religiosa y los ataques al medioambiente y a los pueblos indígenas.

Con el tono satírico que la caracteriza, Sao Clemente criticó los "engaños" de la clase política y aludió en varias ocasiones a Bolsonaro.

En una de sus carrozas, el humorista e imitador Marcelo Adnet se disfrazó de político y reprodujo gestos y frases del presidente.

Con mucha purpurina, carros alegóricos, una poderosa batería de percusión y con una media de 3.000 integrantes cada una, las trece 'escolas' de samba de Rio de Janeiro tuvieron entre 60 y 70 minutos para encantar a los jurados y a los 70.000 espectadores.

El resultado del concurso se conocerá el próximo miércoles.



 

- Jesús negro, tolerancia religiosa -

La escuela de Mangueira, actual campeona del carnaval, retrató a Jesús como un joven negro, pobre y nacido en una favela. Lo mostró vestido con jeans, bailando junto a sus discípulos y siendo víctima de la truculencia policial, una metáfora de la vida en esas barriadas marginales, donde 1.800 personas fueron abatidas durante intervenciones policiales en 2019.

La escuela Grande Rio también abordó el tema de la tolerancia religiosa en su desfile, que rindió homenaje a un histórico sacerdote del candomblé, el culto religioso afrobrasileño.

Otros personajes negros también fueron destacados en esta edición de carnaval: la 'escola' Mocidade Independente recreó la trayectoria de la cantante e ícono feminista Elza Soares, que a sus 89 años participó del desfile en una de las carrozas; y Salgueiro homenajeó a Benjamin de Oliveira, un actor y acróbata negro que revolucionó la escena circense de principios del siglo XX.

Viradouro recordó la resistencia de mujeres esclavas en este país, donde la esclavitud perduró hasta fines del siglo XIX, y Uniao da Ilha también reivindicó los derechos de los habitantes de las favelas.

- Indígenas y medio ambiente -

Portela cerró la primera noche cantando a los indígenas tupinambá, que vivían en la región de Rio antes de la colonización portuguesa.

Sin hablar de política -pero aún así con un discurso en defensa de los derechos ambientales- se presentaron Unidos da Tijuca y Vila Isabel.

Beija-Flor puso el broche de los desfiles hablando sobre los "caminos" por los que anduvo la humanidad hasta llegar al momento actual.