Los alemanes cierran este domingo la etapa Merkel en las elecciones más indecisas de su historia, con los socialdemócratas y los conservadores prácticamente empatados.

Los colegios electorales abrieron este domingo por la mañana y estarán abiertos hasta las 18h00.

Unos 60,4 millones de votantes tenrán que elegir a sus diputados y alrededor del 40% seguían indecisos a pocos días de la crucial votación en la mayor economía de Europa.

El escrutinio marca el fin de los 16 años de Merkel en el poder y deja a Alemania, un país con una tradición de estabilidad, ante un nuevo período de incertidumbre.

Las encuestas proyectan un resultado muy ajustado con el bloque conservador de Merkel, el CDU-CSU, con alrededor de 23% de las intenciones de voto, detrás del socialdemócrata SPD con 25%, una diferencia dentro del margen de error.

"Ciertamente veremos algunas sorpresas este domingo", vaticinó Nico Siegel, director de la encuestadora Infratest Dimap. "La carrera por el primer lugar está abierta".

Alrededor de 40% de los 60.400 alemanes habilitados para votar dicen que están indecisos, mientras la misma proporción ya envió su voto por correo, incluyendo a Merkel.

La batalla por la cancillería quedó como un duelo entre dos hombres: el ministro de Finanzas y vicecanciller Olaf Scholz, de 63 años, del SPD, frente a Armin Laschet, 60 años, de la alianza conservadora de Merkel.

Todo indica que los dos partidos quedarán por debajo de la mayoría necesaria para gobernar en solitario, por lo que podrían venir semanas o meses de intensas negociaciones para formar una coalición.

Tras las últimas elecciones alemanas, en septiembre de 2017, las negociaciones se extendieron hasta febrero de 2018 para formar una coalición del CDU-CSU de Merkel con el SPD.

AFP

La ola verde que no fue


Laschet, un centrista afable propenso a las metidas de pata, era el claro favorito para suceder a su aliada Merkel, pero su popularidad comenzó a declinar tras una serie de entuertos en el verano boreal, como cuando se le captó en televisión riendo durante un tributo a las víctimas de las inundaciones en Alemania.

Scholz, por su parte, quien parecía sin opciones al inicio de la contienda, comenzó a crecer en las encuestas, mientras evitaba cometer errores.

Aunque muchos lo consideran aburrido, Scholz se posicionó como una opción confiable y como el candidato de la verdadera continuidad de Merkel, pese a venir de un partido diferente.

Además de la justicia social, el cambio climático ha sido una de las grandes preocupaciones de los votantes durante la campaña.

Ello propició un aumento inicial en el respaldo a la candidata del partido Verde, Annalena Baerbock, de 40 años, que llegó a liderar las encuestas.

Pero una serie de errores de Baerbock, incluyendo un escándalo de plagio, dejó a los verdes con 17% de respaldo, detrás de los dos grandes partidos.

Aunque la cancillería parece fuera de su alcance, los ecologistas tendrán un papel importante en del próximo gobierno alemán.

AFP

Alianzas


Nadie se atreve a proyectar la conformación de la próxima coalición, en la que el SPD y los conservadores intentarán forjar una mayoría legislativa con las otras fuerzas políticas.

Scholz expresó el sábado su preferencia por una alianza con los Verdes, y pidió a los votantes darle los votos que necesita para una coalición a dos bandas.

Si los números no dan, podría tener que incluir al liberal FDP, que no es un aliado natural del SPD ni de los Verdes.

En tanto, Laschet ha indicado que podría intentar formar una coalición incluso si el bloque CDU-CSU no termina en primer lugar, posiblemente con apoyo del FDP y los Verdes.

Pero terminar de segundo podría ser un golpe devastador para su partido, que ha dominado la política alemana desde la Segunda Guerra Mundial y nunca ha recibido menos de 30% de los votos en una elección federal.