Lanzada a finales del 2018, la alianza conocida en inglés como New Plastics Economy Global Commitment aglutina hoy a más de 400 empresas, gobiernos y organizaciones internacionales que están detrás de una visión y objetivo común de una economía circular para el plástico, es decir, donde los plásticos nunca se convierten en desechos. Este Compromiso Global o alianza lo lidera la Fundación Ellen MacArthur de Estados Unidos, en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Todos sus miembros reconocen que esta visión común ofrece una solución a la causa de la contaminación plástica con profundos beneficios económicos, ambientales y sociales. La visión se fundamenta en seis puntos clave: 1) Es prioritario eliminar envases plásticos problemáticos o innecesarios mediante el rediseño, la innovación y nuevos modelos de entrega; 2) Los modelos de reutilización se ponen en práctica donde sean relevantes, con el objetivo de reducir empaques de un solo uso; 3) Todo el embalaje de plástico es 100 % reutilizable, reciclable o compostable; 4) En la práctica, todos los envases de plástico se reutilizan, reciclan o compostan; 5) El uso del plástico está totalmente desacoplado del consumo de recursos finitos (apuesta por bioplástico en vez de plástico derivado del petróleo); 6) Todos los envases de plástico están libres de productos químicos peligrosos, y se respetan la salud, la seguridad y los derechos de todas las personas involucradas.

Dentro de la alianza se cuenta con aproximadamente 200 empresas que forman parte de la cadena de valor de envases de plástico del planeta, y que representan en conjunto más del 20 % de toda la producción mundial de envases de plástico, incluidas muchas de las principales compañías proveedoras de productos de consumo envasados como Coca-Cola, Colgate-Palmolive, Danone, UNILEVER y Nestlé; minoristas como COSTCO, Amazon, Target y Wal-Mart; y productores de materia prima y envases plásticos alrededor del mundo. Una de las pocas empresas de la región y la única empresa salvadoreña que ha firmado este compromiso es Termoencogibles, lo cual la posiciona como empresa líder en su sector en cuanto a temas de sostenibilidad.

La alianza es de particular relevancia por varios factores. Uno de éstos es que la iniciativa alinea a todas las organizaciones firmantes. La contaminación provocada por el plástico ha recibido atención mundial, en particular durante el 2018, por medio de una mayor sensibilización de los consumidores, ataques de ONGs, compromiso corporativo y hasta prohibiciones regulatorias, pero no todas estas acciones han compartido la misma visión de lo que significa el éxito. Por otro lado, muchos proyectos de mejora en torno a los plásticos han girado más bien en comunicación de ideales o planes, en lugar de acción concreta. Este Compromiso Global para una Nueva Economía del Plástico, coloca a todos los jugadores en la misma página y los orienta hacia una misma dirección.

Otro factor clave es que requiere compromisos tangibles por parte de los firmantes. Además de respaldar la visión común del Compromiso Global, los miembros de la alianza han establecido objetivos o metas individuales que varían en ambición y alcance. Estos objetivos específicos varían según el tipo de organización (empresa productora de empaques/envases, ONG, institución financiera, reciclador, etc.) y ubicación geográfica.

Y por último, pero no menos importante es el factor de la transparencia. Es un hecho que la transparencia es uno de los mecanismos clave para la rendición de cuentas, por lo cual la alianza obliga a todos los firmantes a que publiquen sus datos anuales sobre desempeño o progreso. De esa forma se asegura la alineación y el empuje que requiere la alianza para mantenerse sólidamente en el tiempo. Por ejemplo, uno de los compromisos clave de Termoencogibles, y sobre el cual tendrá que reportar públicamente, es que para el 2025 el 50 % de la materia prima utilizada en sus productos de empaque será de material reciclado. Este porcentaje equivale a evitar que miles de toneladas métricas de plástico acaben en un vertedero o en el medio ambiente.

Es una realidad que esta alianza global ofrece una visión prometedora para eliminar los desechos plásticos, la cual busca transformar una economía circular “aspiracional” en un sistema de ciclo cerrado “funcional” para los plásticos. Ahora, si bien es cierto la alianza cuenta ya con más del 20 % del mercado de productores y consumidores de plástico, el principal reto es cómo incorporar al otro 80 % de los actores para cambiar la marea creciente de contaminación plástica en el mundo. Otro reto que hay que dimensionar adecuadamente es cómo cambiar los hábitos del consumidor final, muy acostumbrados a plástico de un solo uso, para que adopten nuevos comportamientos de forma rápida y puedan alinearse con la visión y objetivos de esta gran alianza para un mejor plástico.