El dispositivo sustituye el esfuerzo manual realizado por médicos y estudiantes de medicina en hospitales. / Diego García

Un ambú de emergencia automatizado ha sido elaborado por ingenieros del Laboratorio de Nanotecnología de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), en el marco de la emergencia que atraviesa el país por coronavirus, enfermedad que ya fue considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia.


El aparato, que también es conocido como resucitador o bolsa autoinflable, sirve para proporcionar ventilación con presión ejercida de forma manual a pacientes que no pueden respirar, porque tienen comprometidos sus pulmones o alguna infección complicada.


El dispositivo creado por los ingenieros de la UFG sustituye la presión manual por un movimiento automático, con la finalidad que este aparato pueda sustituir a un ventilador mecánico, en caso que se disparen las atenciones por coronavirus en el sistema nacional de salud.


“A raíz de la emergencia, cuando ya vimos el escenario de lo que estaba pasando en otros países, comenzamos a pensar qué podíamos hacer, aunque estábamos haciendo otros proyectos ‘prototipados’ (…), paramos eso y se nos ocurrió hacer un respirador, un ambú que funcione de esta manera automática; los ingenieros se pusieron a trabajar, imprimir, diseñar y lograron el prototipo”, dijo Óscar Picardo Joao, director del Instituto de Ciencias de la UFG.


El ambú automatizado fue elaborado por los ingenieros Romeo Muñóz, Ángel Hernández y Wolfgang Büscher, bajo la coordinación de Rainer Christoph, coordinador del Laboratorio de Nanotecnología de la UFG.


“En El Salvador muchas veces, por carencia de equipo más sofisticado, se manipula a mano (el ambú), incluso, los estudiantes de medicina son asignados muchas veces para estar horas ventilando a los pacientes (…), una persona que está haciendo este movimiento, después de dos horas se cansa, lo que hemos hecho es automatizar la mano que manipula el dispositivo”, explicó Christoph.


El dispositivo ha sido elaborado con un motor, un eje, una pieza arduino, un ambú manual y una base de madera, entre otros elementos que se encuentran en ferreterías.


El aparato aún no está terminado, faltan algunos ajustes y las autoridades esperan tenerlo listo para la próxima semana.


“Aún está en proceso, hoy tuvimos reuniones con intensivistas, que nos dieron recomendaciones de tiempo, flujos de aire y otras consideraciones técnicas que vamos a incorporar, así como algunos censores de información también”, explicó Joao.


El aparato tiene un costo aproximado entre $100 y $200. Actualmente, la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) ha brindado su apoyo para aportar los ambús manuales.