Los bancos estatales aprobaron al menos $877.8 millones en préstamos al sector agropecuario entre junio de 2017 y abril de 2023, según los anuarios estadísticos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Los seis informes consultados por Diario El Mundo revelan que durante los últimos siete años los bancos de Fomento Agropecuario e Hipotecario otorgaron financiamiento enfocado en el sector agrícola. Los datos de este último solo se divulgan en el período agrícola de 2018-2019 a 2021-2022.
Por su parte, el Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal) apareció en los registros para el ciclo 2022-2023, tras el desembolso de $12.7 millones en formato de crédito para el desarrollo agrícola, pecuario y pesquero.
El monto desembolsado por la banca estatal se ha reducido año con año, según el histórico de los anuarios.
Entre el ciclo 2021-2022 y el 2022-2023, la reducción fue de un 23.4 %, al pasar de $172.8 millones a rondar los $132.3 millones.
La reducción de los préstamos se ha mantenido desde el período de junio de 2021 a mayo de 2022, cuando se registró un 12.3 % menos de monto aprobado que el periodo anterior.
Motivos y soluciones
Óscar Recinos, coordinador de la Vía Campesina, aseguró que la caída en el financiamiento va de la mano con que el sector agropecuario es "riesgoso” por lo que los bancos deciden no prestar el dinero a los productores.
El vocero de la organización planteó que muchos productores tampoco cuentan con algún tipo de garantía para acceder a un crédito, como la banca local solicita.
"El Banco de Fomento Agropecuario también tiene básicamente, aunque es un poco más flexible, requisitos que muchos de los agricultores no pueden cumplir”, aseguró Recinos.
La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) enfatizó en que las inundaciones y las sequías empujan a los productores a no ser sujetos viables a créditos en la banca local.
Volver al sector rentable será clave para que los productores tengan mayor facilidad al momento de necesitar financiamiento, pues, actualmente, muchos agricultores de subsistencia saldan sus deudas con el dinero obtenido al finalizar cada cosecha, dejando como ganancias solo una parte de los granos que cultivan.
"Por eso nosotros hemos venido planteando la posibilidad de un seguro que cubre al 100 % las pérdidas en caso del cambio climático y entonces los bancos no quieren prestarle a muchos productores”, indicó Recinos.
Para volver el sector rentable es necesario formalizarlo y que los productores vendan por arriba de lo que invierten, pero esta medida tiene una desventaja denominada "importaciones” porque, según Treminio, al estar el sector abastecido de este tipo de productos "no pueden competir”.
La situación obliga a los productores a ceder y vender los granos básicos a un precio que genera un menor nivel de utilidad.
Mientras este tipo de cambios ocurran y vengan del gobierno, muchos productores deberán seguir recurriendo a usureros que ejecutan prácticas maliciosas contra muchos agricultores.
A muchos no solo se les cobra a altas tasas de interés, sino que, según la Vía Campesina, los "coyotes” proporcionan insumos a los agricultores, como un quintal de abono, y cuando el cultivo está listo dan a cambio el mismo quintal por el precio aunque este se pueda comercializar más caro en el mercado local.