Archivo DEM/ Cientos de migrantes viven en campamentos en la frontera de México/EEUU.
El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió a la Corte Suprema de Estados Unidos que decida sobre la implementación del programa para migrantes
"Quédate en México", que obliga a miles de solicitantes de asilo a esperar en el país mexicano hasta la fecha de sus audiencias en Estados Unidos.La Administración de Biden pidió a los jueces de la Corte Suprema que decidan si el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, debe continuar con la política migratoria establecida por el expresidente Donald Trump en 2019.Biden suspendió esta hoja de ruta en su primer día en el cargo, dejándola pendiente de revisión.
Los estados de Texas y Misuri demandaron a la Administración por la suspensión del programa, argumentando que terminarlo representaba una carga para los estados porque los migrantes usan los servicios estatales para conseguir tanto licencias de conducir como atención hospitalaria, según medios locales.Tras ello, el juez estadounidense Matthew Kacsmaryk, designado por el expresidente Donald Trump, dictaminó que la política debía reestablecerse, ya que su suspensión
"llevó a Estados Unidos a violar la ley sobre detención de migrantes", según la prensa estadounidense.El gobierno de Biden apeló rápidamente el fallo y, a finales de octubre, Mayorkas emitió un nuevo memorando más completo, argumentando sobre los "costes humanos injustificables" de la medida.Finalmente, el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, tribunal federal con jurisdicción de apelación sobre los tribunales de distrito, rechazó a principios de este mes la apelación de la Administración Biden y confirmó el fallo de Kacsmaryk. Asimismo, Mayorkas volvió a emitir un memorando para tratar de poner fin a la disputa, pero un tribunal federal de apelaciones rechazó el nuevo intento.
Formalmente llamado 'Protocolos de Protección al Migrante' (MPP, por sus siglas en inglés), el programa prohíbe a los solicitantes de asilo de Centroamérica ingresar a Estados Unidos mientras los tribunales deliberan sobre su situación.En las últimas semanas, Estados Unidos y México han estado negociando los términos para reiniciar el programa, calificado por r la ONG Human Rights Watch (HRW) como una "aberración" porque "las agencias gubernamentales responsables de implementar el plan" no pueden llevarlo a cabo "de un modo que respete los Derechos Humanos".El ministro de Exteriores de México, Marcelo Ebrard, pidió el 23 de de diciembre al país norteamericano que no devuelva a solicitantes de asilo en condiciones de vulnerabilidad, que sean menores de edad, mujeres embarazadas y aquellos que no estén vacunados contra la COVID-19."¿Qué pidió México? Que haya apoyo de organismos internacionales para asistir a estas personas y que las personas estén vacunadas, que no sean personas en situación vulnerable por ejemplo mujeres embarazadas, menores de edad, etcétera, eso es lo que pidió México", dijo Ebrand.El Gobierno mexicano argumenta que, desde marzo de 2020, aumentó el retorno de personas que alegaban cruzar por razones sanitarias. En concreto, las autoridades mexicanas apuntan a que el flujo de personas se ha mantenido entre 1,500 y 2,000 personas al día, un tercio de ellos mexicanos, según recoge el diario 'Milenio'.