Bordas del río Grande olvidadas en el verano

Las acumulaciones de basura que empresas y la misma gente tira al río Grande de San Miguel, han provocado que el afluente tome otro rumbo y arruine las bordas de tierra que la municipalidad compactó en el invierno pasado.El líder de una de las cuatro comunidades afectadas, Manuel Hernández, reprochó que después del invierno no hay mantenimiento para las bordas."Nadie se acuerda y los que sufrimos los embates de la naturaleza somos nosotros, los que habitamos en las zonas de riesgo, lo perdemos todo”, relató.Alrededor del río Grande están los cantones El Brazo, Casa Mota, Santa Fidelia y Nuevo Amanecer, donde habitan unas 1,500 familias.De momento, advierten que son cuatro tramos los dañados que aún no han sido reparados.El director de Protección Civil de la alcaldía municipal de San Miguel, Óscar Portillo, explicó que la municipalidad iniciará la reparación de al menos 400 metros de bordas, de los 12.5 kilómetros construidos para proteger a los cantones y caseríos.Aseguró que los trabajos se tienen que hacer antes que el invierno empiece, es decir, antes en mayo; las bordas se han dañado por la acumulación de basura que se tira en el río, como botellas plásticas e incluso recipientes de pesticidas.Portillo dice que a pesar que ya han sacado una gran cantidad de basura, no ha sido posible evitar el daño en las bordas. "El problema es la basura que arrastra el río en la parte alta y esta ocasiona el problema en la parte baja del río; la basura hace que el caudal del río tome otro rumbo y ahí es cuando rompe la borda”, aseguró Portillo.Los habitantes del cantón Santa Fidelia dijeron estar preocupados porque a esta fecha, la alcaldía ya debía estar trabajando con maquinaria.En mayo del año pasado, las lluvias hicieron crecer el río hasta desbordarse y mantuvieron en zozobra a las familias del cantón La Canoa, que ya en ese momento alegaban que las autoridades no daban importancia al mantenimiento de las bordas, que son de tierra.Las personas que habitan en los alrededores piden que se saque toda la basura que trae el río y se les ha acumulado, en su mayoría botellas plásticas que han formado una tapadera; para extraer parte de la basura, se han colocado biobardas que no han dado abasto.