Chepe Ruiz, el salvadoreño que da la vuelta al mundo en bicicleta en 800 días
Domingo 28, Abril 2024 - 5:30 AM
Llevar la bandera de El Salvador por el mundo y recolectar en 33 países la tierra que hará crecer un árbol de mango en la escuela de Garita Palmera son gestos del salvadoreño Chepe Ruiz para demostrarle amor a su país.
Chepe Ruiz, el salvadoreño que arrancó el 1 de abril una nueva aventura, pedalea en Viena, capital de Austria. Sigue a su compañera, la escritora, fotógrafa y ciclista, la holandesa Marica van der Meer. Juntos han recorrido más de 1,400 kilómetros desde Holanda.
Partieron de Workum, un pueblo de Países Bajos, ya pasaron por Berlín (Alemania), Praga (República Checa), Viena (Austria). Su siguiente punto de llegada es Budapest, Hungría.
Es una vuelta al mundo en 800 días. Llevan 28.
Domitila, una bicicleta de montaña de fabricación japonesa de los años ochentas con rodado de 28 pulgadas y que él mismo equipó con componentes Shimano, le sigue el ritmo.
"Estamos en un pueblo a 120 kilómetros de Praga, son ocho horas de diferencia con El Salvador. Vamos camino a Viena. La ruta es muy dura, nos ha caído lluvia, estamos durmiendo en los bosques porque Europa es muy caro. Hoy encontramos un camping, necesitamos cargar todo el equipo y darnos una ducha”, relata a Diario El Mundo el salvadoreño de 44 años originario de Garita Palmera, Ahuachapán.
Poco después Chepe Ruiz ya está en la República Checa y muestra emocionado la bandera salvadoreña.
Domitila está totalmente equipada: dentro de una alforja trasera lleva ropa de invierno y de verano deportiva; y la otra guarda la bolsa de dormir, un pequeño colchón y una almohada. Cada cantidad de kilómetros se hidratan y se alimentan, acampan o buscan dónde dormir.
La ruta incluye 33 países de Europa, Asia, América Latina y África.
La primera etapa tardará un año, desde Holanda hasta Japón. De ahí tomarán un barco hacia México y continuarán en bicicleta por Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Al llegar a Suramérica tomarán un barco hacia África y seguirán el viaje en dos ruedas en Senegal, Mauritania, Marruecos, España, Portugal, Francia, Bélgica y hasta entonces retornarán a Holanda, su punto de partida.
Dependiendo de la ruta, cada día recorren de 80 a 120 kilómetros al día en sus bicicletas. "Si es una ruta de montaña hacer 80 es una proeza. Si es una ruta plana hemos hecho hasta 119, tiene que ver el viento, problemas mecánicos, yo ya pinché, se me arruinó una parrilla, tiene que ver tu salud”, continúa Chepe Ruiz.
Cada dos semanas o 12 días deben tomarse uno o dos días sin pedaleo para escribir, afinar la ruta y marcar sus próximos puntos de llegada en el celular.
Chepe Ruiz lleva un poquito de tierra de cada país para sembrar una semilla de mango y ponerlo a crecer en Garita Palmera, su pueblo natal. "Para sembrarlo en la escuela de Garita Palmera, de donde soy yo, para que los niños coman del mango del mundo”, cuenta emocionado.
Cada vez que sube una cuesta, dice que se imagina llegando a la frontera de El Salvador con la bandera y la tierra de todos los países. La fuerza de este viaje le sale del "amor a la patria”.
Chepe Ruiz extraña a su madre y a su hija, que vive en Uruguay, desde donde él viajó hacia Holanda para iniciar su periplo. No fue fácil tomar la decisión. Él tenía un buen empleo pero renunció y no lo podían creer: "Lo he cambiado por estar acampando en este bosque y con la idea de llegar a Mongolia y levantar la bandera de El Salvador, de llegar a China, Rusia, Japón”.
"Este es un proyecto que mi compañera lo ha venido elaborando y lo hablamos, ¿quién no quisiera darle la vuelta al mundo en bicicleta? Para mí tiene más valor eso que un sueldo; cuando en tu vida hay un sentido y no solo un interés económico, te transforma”, explica.
Este es un proyecto que incluye la producción de material literario para compartirlo tanto con El Salvador como Holanda. "Ella es una leyenda del ciclismo en Holanda que ha hecho varios viajes por el mundo. Nos pusimos de acuerdo en este proyecto, es un proyecto serio. De Europa lo representa ella, como holandesa; y de América Latina, va Chepe, de la Garita Palmera, de El Salvador”, relata Chepe Ruiz, soltando siempre su risa de alegría.