Al ingreso de la comunidad, los habitantes se han organizado para desinfectar los vehículos. / Rosa Fuentes
La comunidad del caserío El Espino, en Usulután, ha impedido el ingreso de foráneos, para evitar el contagio de COVID-19, sin embargo, aseaguran que el jefe policial está en desacuerdo con la medida."Tenemos miedo del contagio y esa es la razón por la cual no dejamos que nadie pase, nadie que venga de otro lugar, no vamos a permitir el ingreso y aqui las autoridades no tienen que ver y lejos de apoyar a la comunidad nos impiden el control sanitario que tenemos” sostienen un habitante.Al ingreso del cantón, los habitantes detienen los vehículos de los proveedores de alimentos y los desifectan con agua jabonosa y han prohíbido el ingreso a turistas -que aún con la cuarentena llegan- y de dueños de ranchos de playa, que viven afuera."No estamos interrumpiendo ni quitando el cordón sanitario, pero tenemos que ver que haya libre circulación que es muy diferente”, sostuvo el jefe policial quien dijo que no estaba autorizado para dar más información y que nos comunicaramos con los jefes de la Policía Nacional Civil."Tenemos problemas porque hay gente que aún no entiende sobre la pandemia, pero nosotros mantenemos las medidas y no permitimos que vengan a descargar mercadería porque la gente viene de otros lugares”, sostiene un vendedor de mariscos de la playa El Espino. Esta semana un barco intentó bajar producto.