Representación artística del Planeta Nueve. Foto: Wikipedia/https://es.wikipedia.org/wiki/Planeta_Nueve
Nuevas simulaciones sobre la creación del sistema solar sugieren que
puede haber un planeta por descubrir del tamaño de la Tierra o Marte orbitando más allá de Neptuno.La investigación, publicada en Annual Review of Astronomy and Astrophysics plantea además tal planeta
pudo haber sido expulsado de las regiones exteriores del sistema solar por los gigantes gaseosos.A medida que los científicos continúan estudiando el sistema solar, todavía están tratando de comprender no solo cómo llegaron a existir los planetas, sino por qué ocupan sus órbitas actuales.En este nuevo trabajo, los autores liderados por Bertt Gladman, de la Universidad de British Columba, y Kathryn Volk, del Lunar and Planetary Institute, señalan que las simulaciones de la evolución del sistema solar aún no pueden explicar la configuración actual debido a la falta de información. Y sospechan que la información que falta involucra a un planeta que una vez rodeó al sol en el sistema solar exterior (donde residen los gigantes gaseosos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) pero que ahora existe más allá de los bordes del sistema solar o incluso en las profundidades del espacio.Según informa Phys.org, los autores aprecian
algo extraño en la configuración actual de los planetas, que tiene cuatro planetas rocosos internos, un cinturón de asteroides y luego cuatro gigantes gaseosos en el sistema solar exterior. Más allá de los gigantes hay planetas enanos y otros objetos como cometas. Los investigadores creen que falta algo.Sostienen que
es poco probable que la evolución natural de nuestro sistema solar tenga cuatro gigantes gaseosos y luego nada más que enanos. La lógica sugiere que debería haber algunos planetas de otros tamaños, y sus simulaciones los respaldan. Agregar otro planeta del tamaño de la Tierra o Marte al sistema solar exterior, quizás entre dos de los gigantes gaseosos, produce un modelo más preciso, al menos durante las primeras etapas de desarrollo.Eventualmente, tal planeta habría sido empujado más lejos en el espacio, ya sea uniéndose a las enanas, o fue empujado hasta el espacio interestelar, donde viajaría solo. Concluyen que si tal planeta existe en los bordes exteriores del sistema solar, los nuevos telescopios en construcción podrían detectarlo y así confirmar su teoría.