A pocos días de terminar un “annus horribilis”, en términos de salud, economía, aspectos sociales, política y temas ambientales. Es momento de preguntarnos: ¿Cómo será el 2021? Hacer un ejercicio de análisis para establecer cuáles serán las tendencias principales del año nuevo.

Ya comenzó la propaganda electoral para diputados: nos van a inundar de mensajes hasta el 24 de febrero. Por el bien del país, los partidos políticos en contienda deben basar su campaña en ofrecer soluciones a los principales problemas del país. La tendencia de la campaña electoral será que se desarrollará en internet. Se vale soñar: Ojalá que en las redes sociales los candidatos interpreten los sentimientos, intereses, tendencias y expectativas de los electores.

El 1 de enero inicia la Jornada Mundial de la Paz, que organiza la Iglesia Católica. Este año se titula “La cultura del cuidado como camino de paz”. Practicar y educar para cuidar, escribe el Santo Padre, es la manera de “erradicar la cultura de la indiferencia, el descarte y la confrontación, que a menudo prevalece hoy en día”. La invitación del Papa es “animar a todos a convertirse en profetas y testigos de la cultura del cuidado, para superar tantas desigualdades sociales. Y esto será posible sólo con un fuerte y amplio protagonismo de las mujeres, en la familia y en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales”.

El 16 de enero se conmemorará el 29 aniversario de la Firma de los Acuerdos de Paz. El 2021 tiene que ser el año donde se construya cultura de paz, se promueva la tolerancia y solidaridad, fundadas en el respeto por la dignidad de la persona humana y en los principios de la democracia. La tendencia en todos los ámbitos debería ser transmitir valores de paz y no violencia a la población, entendiendo que la paz social sólo es posible si se trabaja sin descanso porque la justicia reine en el país y se trabaje activamente en la erradicación de cualquier tipo de violencia, con base a métodos alternos de solución de conflictos.

El 20 de enero tomará posesión de la presidencia de Estados Unidos Joe Biden y la pregunta de rigor es: ¿De a cómo nos va tocar con la política hacia lo que los demócratas llaman “Triángulo Norte”? Todo dependerá del 5 de enero, de qué partido controlará el Senado, y por lo tanto hasta donde el presidente electo Joe Biden podrá concretar su programa de gobierno.

La economía es lo determinante en última instancia, los pronósticos no son halagüeños, el país está oficialmente en recesión. Cierres de la economía: ¿Sera lo que se espera para 2021? Las fiestas de fin de año son una amenaza para que se registre una segunda ola de contagios de covid-19 y generan enorme incertidumbre acerca de la posibilidad que en enero se decreten cierres totales, cuarentenas domiciliares, cuestión que sería gravísima. “Las empresas están débiles, han quedado llenas de fisuras”.

La tendencia 2021 es la de un proceso de recuperación económica lenta. El desafío es extraordinario y se tendrá que ser muy creativo para atraer la inversión que es la que al final aumenta la producción, el empleo, los salarios y el consumo. Al analizar la relación entre el empleo y el crecimiento de la economía se recurre a la ley de Okun, según la cual un mayor crecimiento da lugar a un menor desempleo. Cuando aumenta la inversión, el crecimiento repunta, el empleo aumenta y el desempleo se reduce.

En 2021 comienza el camino de la esperanza, las vacunas llegaron antes de fin de año a Costa Rica, México, Argentina, Chile. Es importante que haya vacunas anti covid-19 para todos y que los estados, las empresas y los organismos internacionales busquen “una solución para todos”, ha dicho el Papa en el mensaje de la bendición “Urbi et Orbi”.

Finalmente, no se debe olvidar que la felicidad no se busca, se elige. La felicidad depende de nosotros, del grado de positivismo que le imprimamos a la construcción de nuestra realidad, de la decisión de despertar en 2021 con la convicción que, aún cuando las circunstancias no serán las mejores, saldremos adelante y tendremos un mejor país.