El coronavirus ha detenido al mundo durante el primer semestre del año y ha causado una situación económica muy negativa, con graves consecuencias. La pandemia también generará cambios en nuestra forma de vida y de trabajo, como hemos visto durante estos casi tres meses de cuarentena y estamos viendo con la reactivación económica.

Por eso es vital asumir estos cambios con profunda responsabilidad. La enfermedad del Covid-19 hay que tratarla con suma precaución pero no con pánico porque las consecuencias del pánico son peores. No se puede permitir que ese pánico invada el entorno laboral.

Hay que restablecer nuestra forma de trabajo pronto con las medidas de precaución necesaria . En las empresas se debe guiar a los empleados para que el pánico no se aproveche de ellos y terminen con muchos otros problemas.

Hay que regresar a las oficinas y ser modelos del trabajo guardando las medidas y las precauciones. Cumplir los protocolos de bioseguridad de manera estricta pero sin llenarnos de temores extremos que obstaculicen nuestra labor. Por el contrario, aplicar esas medidas de manera estricta, no solo será vital para prevenir más contagios sino que nos dará mayor estabilidad en materia económica y empresarial, pero todo debe asumirse con sensatez, enfrentar con inteligencia esta amenaza real que debemos vencer. Los países que han logrado superar lo peor de la pandemia lo han hecho de esa manera, bajo la responsabilidad de todos sus ciudadanos.