La apatía dominaba ayer la elección de alcaldes en Venezuela, con centros de votación semivacíos, lo que alentaba la posibilidad de un triunfo para el presidente Nicolás Maduro.

Sin ambiente electoral, las filas cortas eran el común denominador en colegios de Caracas y ciudades como San Cristóbal, donde en cambio se mantenían las habituales colas de vehículos para cargar gasolina.

El puesto donde sufraga Maduro, en el sector popular capitalino de Catia, también lucía desierto, comprobó un equipo de la AFP.

Con la ausencia de los principales partidos opositores y la crisis económica golpeando cada vez más fuerte, es el último test electoral para Maduro antes de las presidenciales de 2018, en las que optará a la reelección.

“Hoy (ayer) todos tenemos el deber sagrado de expresarnos a través del voto”, escribió el mandatario en Twitter.

Pese a la baja afluencia, el jefe de campaña del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Rodríguez, aseguró que “vamos bien”, mientras el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, reportó “completa normalidad”.

En la votación son escogidos 335 alcaldes para un período de cuatro años.

 

Maduro inconforme

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, criticó a los principales dirigentes de la oposición por negarse a participar en las elecciones de alcaldes ayer.

“No puedo entender que un grupo de dirigentes políticos de la derecha se haya retirado. Si no quieren elecciones, ¿para dónde van?, ¿cuál es la alternativa?, ¿las armas?, ¿la guerra?”, expresó el mandatario en rueda de prensa, tras votar en el oeste de Caracas.

Los principales partidos de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se marginaron de las municipales, tras denunciar irregularidades en las elecciones regionales del 15 de octubre, en las que el chavismo ganó 18 de las 23 gobernaciones. El oficialismo gobierna actualmente 242 municipios y la oposición 76.