El conflicto está en el origen de la política, también el conflicto es la razón de ser del Estado, puesto que sin conflicto no existiera el Estado. El análisis político es diferente al ejercicio de opinar, sobre la coyuntura política y se diferencian por su metodología. El análisis aborda la comprensión de situaciones políticas concretas, resultados de una determinada correlación de fuerzas entre diferentes actores políticos, que ordena de una forma, y no de otra, las percepciones propias de los hechos, actos y circunstancias que se desarrollan al interior del Estado y de la sociedad.

De esta forma, el objeto principal de estudio para el análisis político es precisamente y no otra cosa más que el poder político, entendido no como un objeto que se posee de manera absoluta, sino como una relación de distribución de cuotas de poder pero de manera desigual, siempre inestable, la cual está sujeta a tensiones, contradicciones y cambios. El análisis político debe contar con la virtud de parte del analista político de separar de forma nítida las preferencias y compromisos subjetivos del trabajo de leer e interpretar los procesos políticos.

El analista político cuando ejerce sus funciones de tal, en ocasiones esconde las premisas fuertemente ideológicas; que por tal razón, condicionan el sentido del resultado del análisis. También hay que estar atento cuando el analista se coloca en una posición de desechar los compromisos políticos, porque éstos son consustanciales a la vivencia de la política.

Hay que considerar que la política es una actividad de construcción y no de expresión de la verdad, que espera ser representada. No se puede comparar un comentarista político, con un analista político, son dos fases diferentes de la complementariedad en la política, de lo cual se colige, que el analista político desarrolla un trabajo riguroso, contrastable y de carácter práctico, profundizando en las estructuras del Estado, de su funcionamiento, también interpretando la dinámica de la política, su ambivalencia y la característica de ser biforme; los límites y los alcances del poder político.

En cambio el comentarista político, se dedica a comentar y relatar hechos y sucesos que constituyen noticias que en ocasiones éstas ya han sido tratadas por los diferentes medios de comunicación. De tal manera, que el análisis político debe contener básicamente el tema que los órganos del gobierno ejercerán sus funciones y atribuciones independientemente, pero siempre dentro de las respectivas atribuciones y competencias que establecen la Constitución y las Leyes. Que las atribuciones de los órganos del gobierno son indelegables, pero que los órganos fundamentales del Estado colaborarán entre sí en el ejercicio de las funciones públicas, así está regulado en la Constitución en el artículo 86.

Asimismo el análisis político debe de contener las negociaciones públicas que el gobierno realice para el desempeño de su gestión gubernamental y así garantizar la gobernabilidad. Tampoco puede quedar por fuera en el análisis político las diferentes disputas, controversias y divergencias que son de la esencia del ejercicio del poder y que se plantean entre el Estado y los ciudadanos, de las organizaciones que representan intereses de los ciudadanos, partidos políticos, todo ello contribuyen a ser diagnóstico de la sociedad y que sirven para diseñar políticas públicas, evaluar de forma crítica el impacto que se producen en el ejercicio del poder público.

El análisis político contiene razonamientos con relación a las distintas situaciones que se van presentando en el diario vivir, en el cual no puede haber una única ruta correcta para conducir al Estado, de tal manera que los procesos de negociación son fundamentales para la formulación de políticas al interior del Estado, en las sociedades democráticas, combinando así posiciones conflictivas por los diferentes intereses que se mueven al interior del Estado, buscando acuerdos y entendimientos de interés nacional, en la cual la reflexión juega un papel importante en la búsqueda de puntos en común para estructurar un plan de nación.

El análisis político debe señalar quienes están detrás del poder, señalar con precisión las causas y motivos que son producto por las pugnas por el poder y que otros intereses están en juego, como aparecen fuertes pasiones y los resentimientos que inciden en el ejercicio del poder y la fascinación que produce el poder mismo.