La advertencia del director de la OMS nos debe llamar la atención en lo que a El Salvador nos corresponde. En cuatro meses de pandemia, algo habremos aprendido, incluso dolorosas lecciones con la pérdida de valiosas vidas humanas y el derrumbe económico que tenemos. No todo es responsabilidad de los órganos de Gobierno y sus funcionarios. Gran parte de la responsabilidad es del ciudadano común que tiene la obligación moral de protegerse y evitar contagiarse y ser foco de contagio para otros.
Hay que revisar estrategias y protocolos. Es normal que haya errores pero también es de sabios descubrirlos y corregirlos. Hay que recordar que hace solo unos meses no sabíamos nada de la pandemia y hemos tenido que aprender a golpes. Es un fenómeno complejo y en el país nos ha faltado consenso político y unidad nacional para enfrentar esta crisis, lo que agrava aún más la situación. Todos quieren llevar agua a su molino electoral sin entender que nos perjudican a las grandes mayorías.