Eventos importantes han ocurrido recientemente. 1º) La Conferencia de Jefes de Fuerzas Aéreas del Hemisferio Occidental, realizada en nuestro país la semana pasada. El General David Goldfein, Jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos dijo: “La entrada de un nuevo gobierno en El Salvador así como de nuevos mandos en el Ministerio de la Defensa Nacional, son una gran oportunidad para la relación con los Estados Unidos. No podría haber un mejor momento para reunirnos”.

2º) Las expresiones del Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador al referirse a Bukele: “Acaba de entrar en funciones, es gente joven, inteligente, progresista”.

3º) La apertura gubernamental del gobierno hacia sector privado.

4º) Los fuertes intentos de renovación en la izquierda salvadoreña, que abrirían la posibilidad para una izquierda menos ortodoxa y fundamentalista.

5º) La autorización del TSE a “Cambio Democrático” para que recoja firmas y renazca como partido.

6º) La autorización de ese mismo Tribunal para que “Nuestro Tiempo” engrose el sistema de partidos.

7º) Las expectativas generadas para combatir las pandillas y asfixiar sus finanzas, que ojalá no sea un despliegue policial publicitario más como a los que nos tienen acostumbrados.

8º) La posibilidad que el Viceministerio de Comercio destrabe la tramitología que atasca las inversiones foráneas.

Exceptuando la presencia de algunos personajes vinculados al pasado de Saca, pareciera que los astros conspiran en favor de Bukele, quien es experto en golpes mediáticos. Borrar el nombre de Domingo Monterrosa de la Tercera Brigada de Infantería, recibir en Casa Presidencial a algunas víctimas de El Mozote y salir de apuros nombrando viceministros exprés, por ejemplo.

Tener un gabinete estable es importante. A lo mejor el presidente lo mantiene alineado con el ambicioso “Plan Cuscatlán”. Por el control social de su gestión que no se preocupe. Estará bajo la rigurosa lupa -no de las reconocidas instituciones tapaderas de la corrupción - sino de las redes sociales, que han probado ser efectivas a la hora de señalar actos de presunta corrupción administrativa, como en el caso del defenestrado director del Instituto de Acceso a la Información Pública.

El país vive un nuevo momento histórico que debe ser aprovechado al máximo, no solo para rescatar su posicionamiento regional sino internamente, buscando cohesionar el desgarrado tejido social, tan dañado por la odiosa polarización que nos divide, nos enfrenta y nos aleja de los bien entendidos intereses nacionales, mismos que debieran prevalecer muy por encima de cualquier mezquino interés familiar, grupal, sectario o gremial.

Solo se podrá caminar en dirección a alcanzar los grandes objetivos nacionales si existe voluntad política para combatir la corrupción, responsable de que los pueblos que integran el triángulo norte de la región centroamericana, se vean en la necesidad de buscar fuera de sus fronteras lo que no pueden encontrar dentro de las suyas: seguridad, empleo, educación, salud, vivienda, acceso a la justicia, etc. todo en condiciones de dignidad y de manera oportuna.

Si bien el nuevo gobierno comienza a acomodarse y a darse cuenta de las falencias dejadas por sus antecesores en todas las Secretarías de Estado - como lo ha expresado recientemente el nuevo Ministro de Gobernación - no es tiempo para lamentos sino para ponerle acción a las palabras y hacer lo que se debe hacer, para que los habitantes del país comiencen a percibir el cambio con hechos, no solo con palabras. Es el momento de hacer realidad una de las frases favoritas del nuevo gobernante: “El dinero alcanza cuando nadie roba”, por cierto expresada mucho antes por el Juez Martín Rogel: “Basta con que cada funcionario no robe para que las cosas cambien” (DEM-13/SEP/2013).

Mejorar las relaciones con Estados Unidos, México y los privados; combatir con eficacia la delincuencia común y organizada y la participación electoral de nuevos partidos, es bueno. Si las extremas políticas arreglan sus entuertos y si los nuevos funcionarios no roban, podría aprovecharse mejor este momento histórico.