Archivo DEM.


A pesar de la condena del excoronel Inocente Orlando Montano Morales a 133 años de prisión por la muerte de cinco sacerdotes españoles, la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), reitera que continuarán exigiendo que se realice un juicio por las autoridades salvadoreñas para responsabilizar a los demás culpables de la matanza de los jesuitas y sus dos colaboradoras.
A través de las pruebas y los testimonios presentados, ha quedado patente el sistema de encubrimiento e impunidad que ha manejado la Fuerza Armada, y en cierto modo el Estado salvadoreño, frente a las gravísimas vulneraciones a los derechos humanos cometidas durante la guerra civil. Comunicado emitido por la UCA.

Las autoridades de la UCA afirmaron que mientras la Fuerza Armada no pida perdón a nivel institucional por los graves crímenes cometidos en el pasado y no coopere con la justicia abriendo sus archivos, difícilmente podrá ser considerada una institución "democrática y respetuosa de los derechos humanos".
El proceso llevado a cabo en la Audiencia Nacional de España evidencia con claridad que la Fuerza Armada, y en particular la promoción de 1966 de la Escuela Militar, más conocida como “La Tandona”, funcionó como una maquinaria criminal y encubridora de graves atentados contra la ciudadanía salvadoreña y el Estado de derecho, valiéndose de un poder que sobrepasa las funciones que le otorga la Constitución".Comunicado emitido por la UCA.

Según el comunicado, la UCA espera que tras la resolución del juicio en España, las autoridades judiciales salvadoreñas den pasos reales para resolver los casos relacionados con graves violaciones a los derechos humanos.

Aclaran que las condenas judiciales por homicidio o terrorismo no son motivo de alegría porque "expresan la triste realidad de un momento de la historia". Pero afirman que son un reconocimiento formal, legal y una garantía de la no repetición de este tipo de actos inhumanos.

Además, reiteran que mientras el Estado salvadoreño no investigue los demás crímenes cometidas durante la guerra civil estarán una deuda de justicia con las víctimas.

En su cuenta oficial de Twitter, la académica también reaccionó con un emotivo video, en el que se incluyeron una serie de fotografías de los sacerdotes jesuitas asesinados, así como algunas imágenes de los actos que la UCA realiza año con año para conmemorar el martirio de las víctimas.
Hoy se dio un gran paso hacia la verdad. La justicia salvadoreña sigue en deuda" Texto que acompaña al video.




La Sala Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional Española condenó al militar salvadoreño, único procesado por la muerte de cinco sacerdotes españoles, la madrugada del 16 de noviembre de 1989 en la UCA, en El Salvador, a 26 años y ocho meses por cada asesinato, es decir, que su condena asciende a 133 años de prisión por la matanza.

La fiscalía española había pedido 150 años de cárcel para el militar salvadoreño, y la acusación particular solicitó a los jueces españoles incluir en la condena a las víctimas salvadoreñas, valiéndose del principio de justicia universal, sin embargo, la Audiencia Nacional decidió condenar solo por las víctimas españolas.

¿Quiénes son las víctimas de la masacre jesuita en 1989 en El Salvador?

  • Ignacio Ellacuría, quien era el rector de la UCA.

  • Ignacio Martín Baró, el vicerrector académico de la UCA.

  • Segundo Montes, director del Instituto de Derechos Humanos de la UCA.

  • Juan Ramón Moreno, director de la biblioteca de la UCA.

  • Amando López, profesor de filosofía de la UCA.

  • Joaquín López y López, fundador de la UCA.

  • Elba Ramos, cocinera de los sacerdotes de la UCA.

  • Celina Ramos, hija de Elba Ramos.


¿Y hay caso Jesuita en El Salvador?

Sí. La Cámara Tercera de lo Penal de San Salvador ordenó reabrir la investigación por la masacre de los sacerdote jesuitas el 11 de marzo del 2019, reconfirmando la decisión del Juzgado Tercero de Paz que había resuelto reabrirlo en abril de 2018, tras la solicitud presentada un año antes, por el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (Idhuca).

En el año 2000, un juzgado exoneró a los militares acusados del asesinato, basándose en la vigencia de la Ley de Amnistía. Actualmente el caso se mantiene activo y sin avances.

¿Qué sucedió en noviembre de 1989?

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, la sangre salpicó las paredes y los patios de la UCA, en la capital de El Salvador. Los cuerpos fueron masacrados, tiro a tiro. Las marcas del ataque quedaron estampadas en huecos profundos en las fachadas.

Los cadáveres de seis sacerdotes jesuitas y de dos mujeres, la cocinera de la residencia y su hija de 16 años, quedaron envueltos en sangre, bocabajo, en los cuartos y otros en el jardín.

Según documentos de la Comisión de la Verdad formada en El Salvador en 1992, la UCA era considerada un "refugio de comunistas" y los soldados habían recibido órdenes de eliminar a los "elementos subversivos conocidos".

Después de cumplir la orden esa noche, dejaron señales y pruebas falsas para que parecieran que los crímenes habían sido cometidos por la guerrilla.