Fotografía cortesía del Arzobispado de San Salvador.


Pocas horas faltan para que El Salvador y el mundo entero viva un momento histórico. La madrugada de este domingo monseñor Óscar Arnulfo Romero será proclamado Santo.

El ambiente de fiesta comienza a crecer y los feligreses aumentan su júbilo, tanto acá en el país, como en Roma, donde se celebra una vigilia en la víspera de la canonización en la iglesia Santa María Carpinello, que es encabezada por el cardenal Gregorio Rosa Chávez, y en la que participan decenas de feligreses salvadoreños y de distintas partes del mundo.

 



Algunas personas decidieron dormir en la entrada de la Plaza de San Pedro para poder ser los primeros en ingresar al lugar donde se celebrará la canonización.

 


En San Salvador, peregrinos se congregaron en la Plaza Salvador del Mundo, desde donde partieron hacia Catedral Metropolitana, en ese lugar ya está otro grupo de feligreses esperando el inicio de la vigilia que se realizará en la plaza Gerardo Barrios, en el centro capitalino.

 




En la peregrinación que recorre las calles de San Salvador, participan delegaciones de otros países, como Panamá y Brasil, que se han sumado a la fiesta de la iglesia católica.

 



 



Con cánticos y con todo su fervor, jóvenes de diversas parroquias también acompañan la peregrinación.