Las cuarentenas selectiva, obligatoria y sanitaria son consideradas por el Instituto Nacional de Salud (INS) como una segunda propuesta ante los casos de covid-19 en el país, sin descartar las medidas de distanciamientos social, lavado de manos y uso de mascarilla.

En la cuarta videoconferencia organizada por el INS, la subdirectora de la institución, Xochitl Sandoval, dijo que es fundamental la prevención y señaló que “lo más importante es un cambio permanente de actitud”; es decir, “en los hábitos de la población hasta controlar la pandemia”.

Sin embargo, también estimó la implementación de tres cuarentenas: selectiva, obligatoria y sanitaria.

“Una segunda propuesta es una cuarentena selectiva para poblaciones vulnerables. No olvidarnos que, aunque el desconfinamiento va en todo el mundo por intereses económicos, políticos o lo que sea, los sujetos vulnerables son los adultos mayores, los adultos crónicos, con las enfermedades marcadas como factores predisponentes a letalidad; las personas que toman medicamentos inmunosupresores deberían extremar las medidas de distanciamiento social y tener una cuarentena selectiva”, explicó.

Indicó que la cuarentena obligatoria “es la forma más efectiva de evitar que el virus se esparza”, pero aclaró que esa implica “restricciones de libertades de movimiento con excepciones priorizadas”.

“(Esta cuarentena) implica autoridad sanitaria total, algo que es prácticamente imposible en nuestra situación, y la fuerza legal para realizarla; un uso responsable de permisos de circulación”, señaló.

En cuanto a la cuarentena sanitaria, mencionó que “debe ser indicada por un médico o una autoridad sanitaria” para evitar poner en riesgo la vida de la población.

“La desobediencia de esta cuarentena debe ser considerada un delito en esta circunstancia”, precisó.

De acuerdo con datos proporcionados, actualmente la población salvadoreña solo cuenta con el 15 % de inmunidad frente al covid-19.

“Todavía no se sabe con certeza aspectos muy importantes, como si todas las personas infectadas, incluyendo las asintomáticas, generan niveles suficientes de anticuerpos y con la suficiente calidad de protección para neutralizar eficazmente el SARS-CoV 2; por tanto, no solo basta con saber cuántas personas han desarrollado anticuerpos contra el virus, sino también es necesario cerciorarse que estos anticuerpos los protegerán contra futuras infecciones”, detalló.

Mencionó que a nivel internacional hay 12 vacunas que están en etapa de ensayo clínico y 128 más en desarrollo preclínico. En el mismo sentido, subrayó los medicamentos utilizados para el tratamiento de la enfermedad: la tocilizumab, dexametasona e ivermectina, además del uso de plasma convaleciente, pero aclaró que “toda la información publicada hasta ahora carece de controles básicos para la evaluación de la eficacia de un medicamento”.

“Mientras aguardamos de resultados de ensayos clínicos serios, los pacientes se internan con cuadros pulmonares, muchas veces severos, ya que la tercera o cuarta parte de los casos requiere cuidados intensivos y a menudo asistencia respiratoria avanzada y altamente sofisticada”, agregó.

La funcionaria finalizó su presentación afirmando que ante la pandemia “la realidad, la profesionalidad y la evidencia científica es lo que debe imperar en la toma de decisiones”.