Los presos enfermos podrán solicitar el suicidio asistido en las cárceles de Suiza, aunque las modalidades aún deben decidirse, anunciaron este jueves funcionarios del sistema penitenciario.

Esta medida surgió como respuesta a una solicitud presentada en 2018 por un condenado a cadena perpetua, quien pedía el suicidio asistido.

Esta demanda dejó en evidencia un vacío jurídico en los diferentes cantones de la Confederación Helvética, que son los encargados de implementar las penas, y que ahora intentan llenar.

La Conferencia de Departamentos Cantonales de Justicia y Policía suiza (CCDJP) afirmaron este jueves a la AFP que todas las instancias encargadas del sistema penitenciario están de "acuerdo (...) sobre el principio de que un suicidio asistido debería ser posible en las prisiones".

No obstante, el director de la CCDJP, Roger Schneeberger, indicó a la AFP que aún existen diferencias entre los cantones respecto a cómo se deben realizar los suicidios asistidos en las cárceles, y que un grupo de expertos brindará sus recomendaciones en noviembre próximo.

La ley helvética permite por lo general el suicidio asistido, no obstante debe enmarcarse en un código deontológico médico estricto y las circunstancias para realizarlo (edad, enfermedades sobre todo, etc.), son procedimientos estipulados por organizaciones que apoyan este recurso, que suelen ser más restrictivas que el propio Código penal.

Además, si una persona asiste a otra en un suicidio "motivada por un móvil egoísta" puede ser inculpada por la justicia.