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Al menos 14 personas, entre ellas cuatro policías, murieron este sábado en un enfrentamiento a balazos entre presuntos criminales y fuerzas del orden en la comunidad mexicana de Nueva Unión, cercana a la frontera con Estados Unidos, informaron autoridades locales.

El enfrentamiento se desató poco antes del mediodía cuando en Nueva Unión, en el norteño estado de Coahuila, policías detectaron varios vehículos con civiles fuertemente armados recorriendo la comunidad, por lo que requirieron la intervención de militares.

El gobierno de Coahuila ha identificado entre los muertos a cuatro policías locales y siete presuntos delincuentes. La fiscalía localizó por la noche otros tres cuerpos, que se presume serían de civiles, en un camino rural.


"Son siete civiles armados ya certificados abatidos, con tres cuerpos más (no identificados) que ya le comunicaron a la fiscalía (...) y los cuatro elementos de las fuerzas del orden que lamentablemente perdieron la vida", dijo a la prensa el gobernador Coahuila, Miguel Ángel Riquelme.

El gobierno reportó además la desaparición de un adulto y un niño. En el operativo fueron decomisadas doce camionetas y varias armas y municiones de alto calibre.

El gobernante llegó a Nueva Unión al caer la noche y en un video subido en su Facebook mostró la alcaldía de la comunidad con numerosos disparos y vidrios rotos.

Riquelme atribuyó el ataque al cartel del Noreste, surgido en el vecino estado de Tamaulipas luego de dividirse el violento grupo criminal de los Zetas.

Los enfrentamientos se registraron en distintos puntos de Nueva Unión, localidad de unos 5.400 habitantes localizada a unos unos 60 kilómetros de la frontera con Estados Unidos y que de acuerdo con autoridades era "muy tranquila" y ajena a la violencia ligada al narcotráfico.

"De manera sorpresiva se presentaron (los hombres armados). Por lo que se ve querían causar 'ruido' en la entidad, caos y miedo", dijo Riquelme.

Autoridades municipales mostraron videos de la confrontación en los que se observa a policías locales pidiendo apoyo de fuerzas estatales y federales al verse superados.

Este enfrentamiento se da justo cuando se está cumpliendo un año de gobierno del presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien reconoce que uno de sus mayores desafíos es la lucha contra la criminalidad.

En medio de la violencia ligada al tráfico de drogas, más de 250.000 personas han muerto en México desde diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó un operativo militar antidrogas, según cifras oficiales, que no detallan cuántos casos estarían ligados a la criminalidad.