El Comité de Normas del Banco Central de Reserva (BCR) aprobó que las instituciones financieras inicien un conteo de los días mora para el saneamiento gradual de la cartera afectada por la pandemia y se evite así el cierre abrupto de las fuentes de financiamiento.


Esta norma técnica se aprobó el 25 de febrero pasado para que las instituciones financieras apliquen una gradualidad en la constitución de reservas de saneamiento de créditos afectados por covid-19 por sector económico.


La resolución publicada por el BCR indica que el conteo de los días mora para los créditos afectados por la pandemia se reanudará el 14 de marzo de 2021 para los préstamos con destino diferente a vivienda, mientras que los de vivienda comenzarán a contar hasta el 1 de enero de 2022.


La gradualidad para la gran empresa (sin contar turismo) tendrá un plazo de 24 meses, mientras que las compañías de turismo tendrán 36 meses. Autoempleo, micro, pequeña y mediana empresa podrán extenderse hasta 48 meses y vivienda en 60 meses.


Asimismo, el Comité aprobó mantener la norma que permite que las instituciones financieras que aumenten el saldo de créditos tengan un incentivo de reducir su requerimiento de reserva de liquidez hasta el 22 de junio de 2021.


Durante la vigencia de la norma las instituciones financieras que incrementen el saldo vigente de su cartera de créditos productivos o adquisición de vivienda tendrán un “incentivo” de un 25 % de descuento para calcular su requerimiento de reserva de liquidez.


Según la norma, los créditos deben estar destinados a los sectores de agropecuario, minería y canteras, industria manufacturera, construcción, además de electricidad, comercio, transporte, servicios y adquisición de viviendas.











El BCR indicó que los sujetos obligados a cumplir esta norma son los bancos de capital nacional o extranjeros, sociedades de ahorro y crédito, y bancos cooperativos.



Demanda de crédito se desacelera.


La demanda de créditos productivos a los bancos, bancos cooperativos y sociedades de ahorro y crédito (SAC) fue de $14,842.4 millones a diciembre de 2020, con una variación de 3.2 %. Este dinamismo, sin embargo, es menor al registrado en los últimos tres trimestres pues en marzo del mismo año había crecido 6.4 % a pesar que fue el mes en que se declaró la cuarentena domiciliar.


El mayor impacto se observó en la demanda de crédito en los hogares que no mostró ninguna variación al alcanzar un saldo de $7,774.2 millones. Esto no había ocurrido desde 2011, cuando El Salvador se encontraba saliendo de la crisis financiera internacional de 2008-2009, pero cuyos efectos se sintieron hasta 2010.


“El shock (impacto) de oferta y de demanda por la pérdida de poder de compra de hogares golpeó en promedio a la mayoría de las actividades de la economía”, advirtió la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) en su informe de coyuntura económica publicado la semana pasada.



El tanque de pensamiento recomendó al Banco Central ampliar las normas temporales que vencen en marzo relativas a los servicios financieros debido a que todavía persisten los efectos negativos del covid-19.


El Comité de Normas del BCR aprobó disposiciones temporales en marzo de 2020 para enfrentar los embates de la pandemia que recién iniciaba en el país y algunas fueron ampliadas en septiembre para que finalizaran hasta marzo de 2021.